La profesora Cagigal, durante su charla en la Inmaculada.

«Los jóvenes tienen poca seguridad a la hora de decir 'no' en su vida sexual»

La profesora Virginia Cagigal habló en la Inmaculada de amor, sexo y espiritualidad en el seno familiar. «Hay que trabajar a largo plazo»

Ó. PANDIELLO

Jueves, 16 de febrero 2017, 02:30

Los planos amoroso, sexual y espiritual de las personas, así como su relación entre ellos, resultan tremendamente difíciles de desentrañar. Para Virginia Cagigal, profesora de la Universidad de Comillas y terapeuta familiar, la confianza y la paciencia resultan esenciales para ayudar a poner estos aspectos en orden. Para trasladar su experiencia a padres y profesores, ayer viajó desde Madrid a Asturias para impartir una charla en el colegio de la Inmaculada. La correcta gestión sentimental entre mayores y jóvenes fue la piedra angular del coloquio, que prestó especial atención al escrito 'Amoris Laetitia', del Papa Francisco. En él se habla de la visión apostólica sobre la vivencia del amor en el seno de la familia. «Las estadísticas nos hablan de precocidad a la hora de descubrir la sexualidad. Aún así, pese a que hay mucha información a su disposición, sigue habiendo una carencia importante en la formación. Los jóvenes tienen poca seguridad a la hora de decir 'no' y se sienten preocupados de no cumplir las expectativas que el grupo tiene sobre ellos», afirma.

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Así, Cagigal apostó por una figura paterna que actúe como guía para sus hijos. Eso sí, sin caer en el autoritarismo exacerbado del pasado y fomentando la naturalidad en cualquiera de las conversaciones entre padres e hijos. «La autoridad tiene que ser entendida de una forma sana y saludable. Vivimos en la sociedad de lo inmediato y no podemos pretender conseguir nuestros objetivos en dos días. Hay que aprender a trabajar en la familia a medio y largo plazo», sostiene la profesora.

El amor y la espiritualidad, asimismo, funcionan uno en relación al otro y son esenciales a la hora de comprender las relaciones familiares. «La gente tiene ganas de amar y ser amados. Con cercanía y comprensión siempre es más fácil llevar las cosas. Lo que ocurre es que nos criamos viendo modelos en el cine del todo o nada que no trabajan el perdón y la reparación, que son totalmente naturales en cualquier relación», sostiene. Así, la conexión con Dios y con los otros, a su juicio, es diferente dependiendo de la persona, pero no se entienden la una sin la otra. «No es lo mismo la llamada al amor de un religioso que la de una pareja. Es importante fomentar el equilibrio entre estos elementos», concluyó.

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