PALOMA LAMADRID
Domingo, 12 de febrero 2017, 02:18
Álvaro Armada es un hombre de palabra. Y, como tal, sostiene el compromiso adquirido con David Martín, el gijonés de 43 años que perdió su hogar y sus pertenencias en un incendio registrado el viernes. «No tengo inconveniente en mantener lo dicho en su momento y poner la casa a nombre de David», aseguró ayer el conde de Revillagigedo. Un acuerdo que se remonta a varios años atrás. «Su abuelo, Ángel, era una persona muy vinculada a mi familia, para quien trabajó durante cuarenta años; en reconocimiento, le regalamos la casería y 2.000 metros cuadrados», indicó. Armada solo dedicó buenas palabras a quien fuera su jardinero durante cuatro décadas. «Le quería mucho, era una persona estupenda», dijo. Al igual que a David, por quien siente «cariño y afecto». Así que, cuando se enteró de su desgracia, quiso tranquilizarle en lo que a la vivienda respecta. «He hablado con él y le he manifestado mi disgusto por lo sucedido; por suerte, no hubo que lamentar ninguna desgracia personal», añadió. En este sentido, el conde de Revillagigedo transmitió al afectado que no debía preocuparse por que los papeles que aportaban legalidad a esa cesión se hubiesen quemado en el incendio.
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Es más, Armada le entregó una nota por escrito para que David pueda hacer las reclamaciones pertinentes e iniciar los trámites con el Ayuntamiento «para poner la propiedad a su nombre». Es decir, la casa que resultó calcinada y los 2.000 metros cuadrados que la rodean, donde tiene la huerta y el ganado gracias a los que subsiste. «Le dije que no se preocupara, que vamos a ayudarle en lo que podamos. Todos estamos intentando que pueda tirar para adelante», subrayó.
Este gijonés lleva toda su vida en Deva. De hecho, reside en la casa siniestrada desde que nació, dado que sus padres convivían con los abuelos. Años después, sus progenitores se mudaron por cuestiones de trabajo, pero David permaneció en la vivienda. El incendio solo empeoró su precaria situación. Desde hace cuatro meses, carece de luz, ya que la compañía eléctrica cortó el suministro porque el banco devolvió un recibo, tal y como explicó el propio afectado. Sin previo aviso. Para tener algo de iluminación, recurrió a generadores y a la cocina de leña que tenía en la casa.
Todos los indicios apuntan a que el fuego se originó en esa estancia. David había salido a atender el ganado cuando surgieron las llamas. Había dejado la cocina encendida para poder comer caliente al regresar de la faena. Fueron los vecinos quienes alertaron a los bomberos.
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