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Iván Villar
Miércoles, 16 de noviembre 2016, 00:59
La Unión de Comerciantes considera insuficiente la propuesta del gobierno para reformar el protocolo que regula la instalación de mercadillos en la ciudad. En sus primeras alegaciones a este documento piden una mayor limitación de estos eventos, de modo que a lo largo del año no se celebren más de diecisiete -lo que no excluye que algunos, como el Mercado Ecológico y Artesano de la plaza mayor, tengan varias ediciones-. El rastro dominical y el mercado de los viernes de La Camocha no se ven afectados por esta normativa.
En la cifra propuesta por los comerciantes se incluirían, por un lado, los doce mercadillos que el Ayuntamiento define como «de gran aceptación de los ciudadanos y con arraigo social»: el Mercado Ecológico y Artesano, el de cooperativas escolares, el de verano del Muro de San Lorenzo, el de Navidad del paseo de Begoña, ArteGijón Verano, ArteGijón Navidad, Semana Negra, Semana Grande, Festival Arcu Atlánticu, Festival de la Sidra, Feria de Quesos Artesanos y la Feria del Libro que se recuperará en 2017 en la calle Covadonga. A ellos podrían sumarse cada año un máximo de cinco eventos, entre ellos el mercadillo social que se celebra con periodicidad mensual en la avenida de Portugal.
En la normativa vigente, un protocolo aprobado en abril de 2013, no se fija ningún tope máximo al número de ferias de venta ambulante que se pueden autorizar a lo largo del año. Únicamente señala que mientras esté en funcionamiento alguno de los mercados ya consolidados -solo cita el Ecológico y Artesano, el del Muro de San Lorenzo, la Feria de Artesanía, la Semana Negra, el Arcu Atlánticu y el Festival de la Sidra-, no se puede organizar ningún otro. El resto del año solo podrán celebrarse de forma simultánea un máximo de dos, «siempre que no exista ya excesiva ocupación del suelo público para otras actividades de ámbito cultural o social».
Temporada alta y baja
La propuesta de modificación presentada por el gobierno municipal divide la ciudad en zonas y fija cuántos mercadillos puede haber en cada una de ellas a lo largo del año y en función de la temporada (alta o baja). En total autoriza un máximo de treinta eventos en suelo urbano, entre ellos los doce que se consideran arraigados. Son trece más de los que plantea la Unión de Comerciantes.
En su borrador para la revisión del protocolo que regula los mercadillos el gobierno municipal propone distinguir cinco zonas: la primera coincide con el centro tradicional; la segunda incluye Cimavilla y otros barrios limítrofes con el centro, como Poniente, Laviada y La Arena; en la tercera estaría el resto de áreas urbanas, más apartadas (Pumarín, El Llano, La Calzada y) Montevil; la cuarta serían los museos y parques públicos; y la quinta la zona rural. Por otra parte, fija como temporada alta la Semana Santa, el verano -del 1 de julio al 15 de septiembre- y las navidades -del 1 de diciembre al 7 de enero-.
A partir de ahí combina ambos parámetros y los dos tipos de mercadillos para fijar las restricciones que afectan a cada parte de la ciudad. En la zona 1 en temporada alta solo pueden celebrarse las citas que aparecen en el listado de eventos arraigados. En temporada baja se permite un mercadillo de promoción municipal. En la zona 2, aparte de los consolidados, se permiten uno más en temporada alta y seis en temporada baja. En la zona 3 también se admite un mercadillo adicional en las fechas de más actividad en la ciudad y cuatro el resto del año. En los parques y museos no se permite ninguna actividad en temporada alta, pero sí un máximo de cinco el resto del año, con un límite de uno por emplazamiento. En las parroquias rurales los mercadillos solo se podrán celebrar coincidiendo con las fiestas populares -se prohíben en las de los barrios urbanos-.
La Unión de Comerciantes considera que con esta propuesta «se incrementa el número de eventos de venta ambulante en la ciudad» y, aunque se protege la zona centro, «los lleva hacia los barrios, donde también existe una importante densidad comercial». Recuerda que «Gijón es una ciudad policéntrica desde el punto de vista del comercio y las empresas de estos barrios merecen una regulación más estricta en este asunto».
Además de pedir que se modifiquen los límites de las zonas para adaptarlas a las áreas comerciales urbanas definidas por el Plan Local de Comercio y adelantar la temporada de verano al 15 de junio, la asociación empresarial propone que en la zona 1 solo se autoricen, independientemente de la fecha, los mercados ya consolidados. Que en las zonas 2 y 3, aparte de estos, solo pueda haber dos más, a los que podría sumarse el mercadillo social de la avenida de Portugal. Y que en el conjunto de parques y museos únicamente se autoricen dos mercadillos al año. En la zona 5 no ponen objeciones a la propuesta municipal.
Otras limitaciones que pide incluir es que en los mercadillos que no forman parte del listado de citas ya arraigadas al menos el 75% de los vendedores sean «diseñadores, creativos o elaboradores de su propio producto» y que se reserven el 25% restante de los puestos a comercios de la ciudad.
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