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A. PRESEDO
Viernes, 2 de septiembre 2016, 01:26
Las cuentas del Grupo de Cultura Covadonga no estaban saneadas, «ni mucho menos», cuando Enrique Tamargo dejó la presidencia, el pasado mes de marzo. Esa es una de las conclusiones que desvela la auditoría externa de las cuentas de la entidad deportiva encargada por la actual directiva, una vez que Antonio Corripio se hizo con las riendas del club tras ganar las elecciones. El objetivo del estudio de los números de la entidad una vez producido el citado relevo no era otro, como en su día reconoció Corripio, que conocer la realidad económica de la sociedad de Las Mestas con vistas a afrontar los retos de futuro y el desarrollo del programa electoral prometido a la masa social.
Los primeros resultados de la auditoría, según pudo saber este periódico, desvelan que las cuentas no estaban saneadas «ni mucho menos» al final del mandato de Tamargo y que ello puede tener una «repercusión económica importante» para el futuro del club. De hecho, la actual junta directiva lleva semanas estudiando de forma pormenorizada no solo los números, sino también un amplio listado de decisiones adoptadas por la directiva de Tamargo, en algunos casos, y en otros, por el propio presidente que, por lo que parece, no se corresponden con las atribuciones que tenían conferidas.
La intención de la actual directiva que preside Antonio Corripio es que los detalles de la citada auditoría sean públicos y, por supuesto, conocidos por todos los socios del Grupo Covadonga que así lo deseen. Para ello, tienen previsto hacer una presentación esta tarde a los medios de comunicación con buena parte del soporte del estudio.
La preocupación de los actuales responsables del club en relación con el resultado de la auditoría ha crecido durante los últimos días, al conocer detalles que consideran «preocupantes» y que estarían vinculados, entre otros aspectos, con un exceso de gasto incontrolado, presuntas contrataciones, a decir de los auditores, de más que dudosa legalidad, y con una plantilla desmedida en el club. Igualmente, según explicaron a EL COMERCIO fuentes de toda solvencia y conocedores del contenido del estudio, en el mismo se revela que el anterior presidente tomó decisiones «extralimitándose» y al margen, en muchas ocasiones, no solo de la asamblea de socios de la entidad sino también de su propia junta directiva.
Este aspecto concreto preocupa de forma especial a los actuales responsables del club, que no descartan la adopción de medidas de otro tipo para defender los intereses del Grupo Covadonga que, entienden, pudieron verse lesionados con un presunto comportamiento antiestatutario del anterior presidente.
En cualquier caso, como se apuntaba con anterioridad, tanto la situación económica del club como las decisiones adoptadas por la anterior directiva que pudieran no ser acordes con los estatutos de la entidad estarán a disposición de la masa social que, a la postre, puede ser quien tenga la última palabra sobre las medidas a adoptar en un futuro. Hoy se conocerá toda la radiografía económica del club.
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