Ángel Rodríguez, ciclista y dueño del Marieva Palace.

Fallece Ángel Rodríguez, dueño del Marieva Palace

Apodado el 'Ligero' por su etapa como ciclista, regentó anteriormente el restaurante Puente de Roces en Porceyo

O. SUÁREZ

Miércoles, 29 de junio 2016, 03:18

Ángel Rodríguez López, propietario del restaurante Marieva Palace, falleció ayer a los 83 años después de toda una vida compaginando la hostelería con su verdadera pasión: el ciclismo. Nacido en Cayés (Llanera), se trasladó a vivir a Gijón cuando se casó con Loli Jiménez. Junto a ella y sus suegros abrieron el que sería su primer establecimiento, el bar tienda Puente de Roces, ubicado frente al desguace de Cañamina.

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El negocio fue avanzando con mucho esfuerzo y trabajo y desde Roces se trasladaron a un local más amplio, en Porceyo, dando paso a primer Marieva. Desde allí dieron otra vez el salto, en esta ocasión a un proyecto mucho más ambicioso: el Marieva Palace, que se convertiría en poco tiempo en un gran referente en la celebración de bodas y banquetes. Tomó el nombre de Marieva en honor a su hija y su cuñada.

Ángel Rodríguez se jubiló con 65 años. Al frente del negocio quedó su mujer. Ella, y su hija, así como el resto de familiares y allegados recibieron ayer numerosas condolencias y muestras de ánimo en el velatorio que quedó instalado en la sala 1 del tanatorio de Cabueñes. El funeral se celebrará hoy a las 17 horas en la iglesia parroquial de la Abadía de Cenero. A continuación, sus restos mortales serán incinerados en el tanatorio.

Su hija Eva recordaba ayer que para su padre el ciclismo era mucho más que una mera afición. De muy joven destacó como amateur en el club Peña Ciclista Ovetense, donde se ganó el pseudónimo de 'Ligero'. «Era muy buen escalador, muy rápido», comenta su hija. Durante sus inicios acudía a las carreras con un precario material que suplía con sus ganas y pasión. En 1956 consiguió el séptimo puesto en la general del Circuito Montañés y resultó ganador en el campeonato de Fondo de Carretera de Asturias, título que repetiría en 1958 y 1961. En 1957 se clasificó en segundo puesto en el Gran Premio de Cataluña y octavo en la Vuelta a Asturias, en una edición en la que subieron al podio Bahamontes, René Marigil y Antonio Suárez.

Vuelta a España

En 1962 fichó por uno de los tres mejores equipos españoles de la época, el Licor 43, encabezado por Fernando Manzaneque. Participó en la Vuelta a España en el año 1964, una experiencia que recordaría durante toda su vida, al igual que la Vuelta a Cataluña, donde quedó segundo en la etapa reina. Pese a su retirada del ciclismo en activo en la década de los setenta, permaneció siempre vinculado a las peñas y la federación asturiana, donde no faltaba a las citas anuales. Recuerda su hija además que no se perdía ninguna etapa de la Vuelta a España, eso sí, ya ante la televisión.

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