El Acuario desvía personal a Sevilla para cubrir los despidos de sus directivos

La vinculación 'de facto' del Acuario de Gijón con el de Sevilla sigue creciendo con el paso de los meses, de la mano de Iñaki Aguinaga, que, además de ser concesionario de la instalación municipal de Poniente, es administrador solidario de la sevillana. Esa intercomunicación empresarial ya ha tenido diferentes episodios. El más llamativo, la venta de peces a la capital andaluza, que fueron cuarentenados y criados en el acuario de Gijón. Más de tres mil animales que proporcionaron unos beneficios a la empresa de Aguinaga de más de ochenta mil euros.

Toda esa transacción comercial, realizada a espaldas del Ayuntamiento de Gijón, se encuentra ahora en los tribunales por un presunto delito de enriquecimiento ilícito por parte de Iñaki Aguinaga. Al menos, eso es lo que opina uno de sus socios en el Acuario de Sevilla, Javier Sainz, que lo ha llevado a los juzgadios.

Mucho antes, hace ya casi dos años, cuando el Acuario de Sevilla aún estaba en fase de creación, Iñaki Aguinaga utilizó a uno de sus hombres de confianza en el Acuario de Gijón, el conservador Andrés Loza, para poner en marcha toda la instalación museística en la capital andaluza.

Ahora, el último capítulo de esta simbiosis Gijón-Sevilla se vive desde principios de esta misma semana. Iñaki Aguinaga, como máximo responsable de la gestión del Acuario de Sevilla, comunicó su despido fulminante a buena parte del equipo directivo del mismo. La medida afectó a la dirección, la persona encargada de la administración y a los dos responsables máximos de biología del recinto. El argumento para el «lote de despidos», fue la necesidad de reducir gastos.

La propiedad lo desconoce

Los despidos, según pudo saber este periódico, han pillado por sorpresa a los propietarios de la mayoría del capital del acuario sevillano, del que Aguinaga tiene un 30%. El resto, un 65% está en manos del empresario Philippe Forgues, y un 5% de Javier Sainz, el mismo que lo denunció en los juzgados por el presunto sobrecoste de los peces adquiridos al Acuario de Gijón. Forgues y Sainz aseguraron ayer desconocer la decisión de Aguinaga de llevar adelante estos despidos. Por contra, Aguinaga, en declaraciones a Radio Sevilla, aseguró que la decisión se había adoptado de acuerdo con el socio mayoritario y que él mismo asumiría la dirección «hasta que se reajuste la plantilla». Igualmente, señaló que «el reajuste podría realizarse con el traslado de otros empleados procedentes de otros acuarios del grupo Aquagestión».

La posibilidad de que el propio Aguinaga ejerza, como dice, de director del acuario sevillano choca, según fuentes municipales locales, con las condiciones que el empresario tiene asumidas, por el pliego de del contrato, con el Ayuntamiento de Gijón. En el mismo, se prevé que el acuario de Poniente tenga un director presencial que, en este caso y por decisión del propio Aguinaga, es él mismo. Ello obliga a una hipotética jornada diaria de ocho horas, aparentemente incompatible con la dirección de otra instalación ubicada a más de ochocientos kilómetros de distancia.

Por otra parte, uno de los conservadores del acuario de Poniente, Jacobo Soler, se encuentra estos días trabajando en la instalación sevillana, según pudo constatar este periódico de fuentes internas de la misma, cubriendo los despidos de los responsables de biología del recinto sevillano.

Aval para su gestión

Iñaki Aguinaga lleva la gestión del acuario gijonés desde hace seis años, los primeros cuatro por contrato y dos más de prórroga, aprobados en su día por la anterior corporación de Foro. Ahora, el Ayuntamiento, con el visto bueno del equipo de Gobierno y del grupo de Xixón Sí Puede, ha decidido renovar a Aguinaga otros dos años (los últimos que prevé el actual contrato) y solo el PP se ha mostrado radicalmente en contra de esta medida, reclamando la convocatoria de un nuevo concurso público.

La propuesta de los populares no ha tenido respuesta ya que Foro se apoya en los informes técnicos para avalar la gestión de Aguinaga en Gijón y, por ende, propone renovarle su confianza.