Kocina propugna un Chas reducido y volcado en el caballo

El empresario Jesús Kocina presentó ayer a los socios del Club Hípico Astur (Chas) un proyecto de viabilidad para la entidad con el que espera acceder a la presidencia y evitar la liquidación. Kocina defiende una reducción de terreno, servicios y personal que, a su juicio, permitiría al Chas continuar sin volver a endeudarse y además dar absoluta prioridad al caballo.

La transformación se produciría en dos fases. La primera supondría la venta de terrenos al máximo acreedor conforme a un acuerdo al que dijo haber llegado con sus representantes para liquidar las deudas sin perder autonomía en la gestión. Dicho acuerdo, según manifestó Kocina a EL COMERCIO, enajenaría en esta primera fase menos metros cuadrados que los 26.000 previstos en el convenio que con toda probabilidad aprobará el Juzgado Mercantil número 3, que es el que regula el concurso de acreedores que afecta al Chas.

Conforme al proyecto de Jesús Kocina, una vez libre de deudas, el Chas estaría en disposición de negociar con el Grupo u otra entidad deportiva interesada (el suelo está reservado para uso deportivo) la venta o alquiler de otra parcela, de forma que el Chas quedaría exclusivamente con los terrenos que dedica a la hípica y al tiro, pero con caja hecha para acometer la remodelación que esas instalaciones precisan.

El redimensionado Chas sería, a juicio de Kocina, «perfectamente viable» aunque no aumente el número de socios, porque «un club hípico no depende tanto de las cuotas sociales como de otros ingresos derivados de su gestión, como lo demuestra la circunstancia de que muchos funcionan sin socios».

Sociedad anónima deportiva

Aunque el empresario confía plenamente en que en esas condiciones el Chas es viable sin aumentar significativamente el coste de los servicios, Kocina citó en declaraciones a este periódico la alternativa de transformar el club en Sociedad Anónima Deportiva, pero no como un tercer paso previsto o una fórmula para evitar un nuevo endeudamiento, sino como método de que los socios sean propietarios con derechos transmisibles, aunque evidentemente en esas condiciones la capacidad de decisión no sería la misma para todos.

Respecto a los puestos de trabajo, Kocina indicó que el Chas no puede quedarse con todos, pero tampoco renuncia a que las partes implicadas en las dos primeras fases de enajenación (mayor acreedor y Grupo o club alternativo) asuman los que no puedan quedarse en el club hípico.