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Clausura de la asamblea del año 2012.
«Antes sabíamos quién mandaba en el PSOE»

«Antes sabíamos quién mandaba en el PSOE»

La Agrupación Socialista llegará al próximo congreso federal bajo el mando de una gestora y con una clara desunión

OLGA ESTEBAN

Miércoles, 10 de febrero 2016, 03:01

«Antes sabíamos quién mandaba». Pero hace un tiempo que ya no lo tienen claro. Lo dice alguien que conoce muy bien la historia del PSOE gijonés porque la ha vivido desde dentro. Y ha visto cómo la Agrupación Municipal Socialista pasaba de las manos de José Manuel Sariego, líder indiscutible durante 12 años, 'jefe' de la Casa del Pueblo y pieza fundamental en los gobiernos socialistas en el Ayuntamiento, a una etapa diferente. Muy diferente. Decía José María Pérez (portavoz municipal) en 2014, cuando hizo pública su intención de ser candidato a la Alcaldía de Gijón, que «los liderazgos que en el pasado pudo haber, muy carismáticos, hoy son de otra manera». Tal cual. En el Ayuntamiento y en la Casa del Pueblo.

Y en eso anda el PSOE gijonés. En la búsqueda de nuevos liderazgos. Que, como decía el portavoz municipal, serán diferentes. Porque se hace necesaria una renovación. Porque es imposible volver a Areces y Felgueroso, a Sanjurjo o a Villaverde. Porque la mayoría pide un cambio de caras. Pero esas nuevas caras deben ser, a su vez, capaces de vencer y convencer a los militantes de que tienen el perfil necesario para liderar una agrupación que ha perdido casi a la mitad de sus afiliados y que ha visto desaparecer buena parte de la actividad interna que tenía. Algunos se fueron. Otros se quedaron pero ya sin presencia activa en la Casa del Pueblo. «Pérdida cuantitativa y cualitativa» de militantes, dicen desde dentro.

Y mientras, los sectores internos se iban multiplicando. Y dividiendo. Y multiplicando. Las tradicionales 'familias' socialistas que Sariego había logrado mantener unidas no solo se han desunido sino que se han convertido en muchas más. Santiago Martínez Argüelles tenía sus apoyos, entre los que ahora mismo destaca la diputada regional Carmen Eva Pérez, uno de los nombres que se han barajado para presidir la gestora y, aún más, para ser la próxima secretaria general de la Agrupación Socialista de Gijón. No se puede decir lo mismo de buena parte de la Comisión Ejecutiva que él mismo formó en la asamblea en la que fue elegido secretario general.

Quedan también los veteranos, pero ni mucho menos unidos: Pedro Sanjurjo y María José Ramos; Dulce Gallego y Ángel Calvo (al que muchos apoyan también como presidente de la comisión gestora, por haber sido hasta ahora vicesecretario general); todos los nombres unidos a UGT, que tampoco van en comunión, como Jesús Morales, Justo Rodríguez Braga, Marina Pineda, Begoña Huergo... Sin olvidar el SOMA, cuyos nombres destacados son Celso Ordiales y Tino Venturo. Y todo un sector más joven: el propio José María Pérez, el consejero Francisco Blanco, César González y José Ramón García (ambos ligados a Abierto hasta el Amanecer)... En frente de todos ellos, los críticos de José Antonio Garmón, que en la asamblea en la que se enfrentó a Argüelles logró un 26,7% de los votos.

Posibilidad de elecciones

Por si todo esto fuera poco, por si no fuera ya harto difícil gestionar la formación en las actuales circunstancias, hay que sumar dos cuestiones más. Por un lado, la posibilidad de que en unos pocos meses se vuelvan a convocar elecciones generales, con lo que la Agrupación Socialista debería organizar y apoyar una nueva campaña electoral (los resultados del PSOE en Gijón en las últimas generales, de diciembre, no fueron buenos y precisamente la asamblea del día 15 estaba convocada para analizar ese asunto). Por otro lado está el debate interno sobre el liderazgo del propio Pedro Sánchez y la convocatoria, en mayo, del congreso que debe elegir el nuevo secretario general del PSOE.

A todo eso, la agrupación de Gijón se enfrenta con una situación novedosa, dirigida por primera vez en su historia por una gestora, una fórmula que muchos militantes no han aceptado de buen grado. ¿Por qué no convocar directamente una asamblea y que sean los afiliados quienes elijan?, se preguntan. Pero la duda que, en realidad, está en la mente de todos, es ¿por qué Santiago Martínez Argüelles no ha esperado al próximo congreso para dar un paso atrás? ¿Por qué ni siquiera esperó a comunicar su decisión en la asamblea extraordinaria ya convocada para el próximo día 15? «El barco se ha hundido sin que hayamos visto el iceberg», lamentan.

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