Paz Fernández Felgueroso urge aprobar en esta legislatura la Ley de Asturianía

«Es nuestra asignatura pendiente. Nos quedamos a las puertas la pasada legislatura. Llegó a presentarse, pero, por calendario, la Junta General no llegó a debatirla. Todos tenemos claro que ahora sí tiene que aprobarse la nueva Ley de Asturianía». Paz Fernández Felgueroso está dispuesta a ejecutar el mandato recibido. El Consejo de Comunidades Asturianas decidió ayer que la exalcaldesa de Gijón -fue regidora por el PSOE entre 1999 y 2011- continuara en la Presidencia. Y lo decidió de forma unánime: todo el plenario, salvo ella, votó su continuidad.

«Han sido muy amables, pero creo que lo que buscan es que concluyamos el trabajo que ya teníamos casi conseguido el año pasado». Se refiere a la citada Ley de Asturianía, una norma legal en la que Asturias fue pionera, «pero que ya ha quedado obsoleta. Otras comunidades, que la aprobaron mucho más tarde, tienen leyes mejores, porque incluyen novedades como son los problemas con que se encuentran los retornados y la nueva emigración».

En cuanto a los problemas, Fernández Felgueroso puso el acento en «las trabas que sufren los retornados con discapacidad». Se refiere a la falta de un certificado internacional de discapacidad. «Muchas personas tienen reconocido un grado de discapacidad alto en otros países y, al llegar a España, se les rebaja. O al revés. Eso les genera muchos problemas, desde fiscales hasta el tipo de ayudas a las que tienen derecho».

Debate en la Junta

Fernández Felgueroso anunció que el Consejo de Comunidades Asturianas defenderá la unificación de criterios a nivel estatal, a la vez que insistió en que la actual será la legislatura «en la que se aprobará la Ley de Asturianía». Para ello, el texto pactado debe reiniciar su tramitación, aunque la reelegida presidenta tiene claro que «no habrá problemas». Lo dice porque ayer mismo todos los grupos representados en el Consejo «mostraron su apoyo unánime a la reforma», apoyo que plasmarán en un debate en la Junta General.

Espera, además, rejuvenecer la composición de los centros asturianos. «Aunque es muy difícil. De todos, solo el de Caracas tiene una media de edad de 35 años», lamentó.