Palacio y el cerro de Santa Catalina ¿Y por qué no darle su nombre a la subida?

Recuerdo a vuelapluma que era el año 1981 cuando siendo alcalde José Manuel Palacio y tras largas negociaciones con el ministerio de Defensa, con el general gijonés José Antonio Sáenz de Santamaría concretamente, la ciudad logró la reversión de los terrenos del cerro de Santa Catalina, la Atalaya para los de Cimadevilla, al Ayuntamiento. Fue éste uno de los logros más esperados por los gijoneses en aquellos años y sólo por eso creo que el alcalde merece que una calle o plaza de nuestra villa lleve su nombre y por qué no rebautizar la Subida al Cerro con él.

La decisión del Pleno de cambiar el nombre a la calle de La Merced por el del primer alcalde de la democracia cuenta con el rechazo de comerciantes y vecinos de la zona además de muchos ciudadanos que no quieren el cambio de la denominación de una zona tan céntrica y con un nombre de tanta raigambre. La Subida al Cerro tiene menos comercios que la calle de la Merced, menos vecinos, creo, y no es tan céntrica con lo que el cambio parece menos traumático. Su nombre quedaría vinculado para siempre con un espacio muy querido por él y por los gijoneses. El Nordeste, el Elogio del Horizonte, el Tránsito de las Ballenas, la Cuesta del Cholo entre sus vecinos, nada más y nada menos.

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