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Alicia G. Ovies
Miércoles, 26 de agosto 2015, 00:09
En estos días en los que es más fácil leer la prensa por internet que bajar a comprarla al quiosco, dos de estos tradicionales puestos han vuelto a abrir sus puertas. En concreto, el situado en El Humedal -frente a la calle Asturias- y el de Campo Valdés. Cada uno dirigido a un público diferente. El primero ha optado por los periódicos, revistas, promociones y chucherías, mientras que el segundo vende helados, postales y refrescos. Aunque el objetivo de ambos es el mismo: ir ganando clientes para poder sobrevivir a los meses de invierno.
«Casi toda la gente del vecindario se ha acercado hasta aquí y están muy contentos», explica Jesús Valdés. Su quiosco, cuyo nombre es el mismo que su apellido, lleva abierto desde el pasado jueves en El Humedal, donde llegó a haber cuatro puestos de este tipo. «Estamos empezando. Ahora hay que ir poco a poco», reconoce. En principio abre todos los días, mañana y tarde, a excepción de los domingos, cuando solo trabaja en horario matinal. Él es quien se encarga de todo, aunque no descarta «contratar a alguien para ayudarme» si el negocio va bien.
Es su primera experiencia laboral en un quiosco. «En realidad, estudié Sociología. En Madrid, solía trabajar en la concejalía de educación ayudando a jóvenes, pero mi novia era de aquí y llevo cinco años viviendo en Asturias», relata. Tras hacerse artesano de cuero, como su chica, ahora ha decidido probar suerte como quiosquero. «Con la situación de paro que hay, y a mis 39 años, tienes que buscarte la vida», comenta.
Para lanzarse a esta aventura, Jesús Valdés realizó un plan de negocio y habló con quiosqueros de Madrid y Asturias para que le aconsejasen cuáles eran las mejores opciones. «Esto no es para hacerte rico. Tienes que trabajar mucho y sacas un sueldo normal, que te permite vivir. Además, ahora al principio es meter dinero por todos lados», cuenta. Ha realizado una limpieza y cambiado el nombre del quiosco, y aún le queda poner otro canalón. Además, sobre el mes de septiembre, el artista internacional El Dimitri vendrá a Gijón para pintar el exterior.
También cupones
Por su parte, la plaza de Campo Valdés vuelve a contar con su tradicional quiosco, que llevaba cerrado varios años. «De momento vamos muy bien. Cuando más gente hubo fue el día del espectáculo aéreo. No puedo quejarme», asegura Enol Martínez, dueño del quioco Les Termes. En estos meses de calor, un helado siempre es agradecido, pero los meses de invierno suele ser al contrario. Por esa razón, Martínez tiene pensado «dejar una máquina de helados y poner también golosinas».
Él tuvo la idea de poner el puesto por su padre, porque «antes nunca se me había ocurrido». Ahora, después de mes y medio -abrió el 10 de julio- se reconoce bastante contento. Además, cuenta con la compañía de Benito Alonso, que vende cupones de la ONCE. Una relación que beneficia a ambos: «Desde que él abrió el quiosco he notado que vendo más», dice Alonso.
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