«Es muy divertido porque hacemos muchos amigos»

El verano supone para los padres una época difícil para compaginar vida laboral y familiar. Los niños ya no tienen clase y en muchos casos son los abuelos los que tienen que encargarse de ellos. Para ayudarles a conciliar, el Ayuntamiento lleva a cabo desde hace unos años el proyecto 11x12. Nueve colegios públicos abren durante estos meses para ofrecer a los más pequeños de la casa un espacio donde disfrutar y hacer amigos y a sus progenitores, una liberación durante las horas de trabajo.

Esta iniciativa les asegura, además, una buena alimentación durante la semana. El programa comienza a las 7.30 con el desayuno. «Aunque no suelen venir muchos», reconoce Aitana García, una de las monitoras de la Escuelona, a la que cada día acuden una media de 30 niños. Es a las 9 cuando los patios de las escuelas se llenan de juegos y gritos. Manualidades, talleres, gincanas... Las opciones son variadas y los niños disfrutan a lo grande.

«Estamos jugando a tirar al arco», explicaban felices Rebeca y Jimena. Guiadas por una profesora, intentaban lanzar la flecha al centro de la diana con un arco, que en muchas ocasiones, era incluso más grande que ellas. «Yo ya llevo más de diez puntos», presumía Rebeca, de solo 5 años. Ayer, además, tocó excursión al parque de la Serena, adonde acuden un día a la semana. Para ellos, este campamento urbano «es muy divertido porque hacemos muchos amigos», aseguraban mientras esperaban su turno para volver a probar suerte.

Mientras ellas ensayaban puntería, sus compañeros se entretenían con el pañuelo y otros disfrutaban en una pequeña zona de juegos con la que cuenta el patio del colegio. «Un día hicimos cuatro contenedores con papel», recordaba otra de las pequeñas. A las dos llega el turno de ir a comer. Aquellos que cuentan con beca comedor se quedan en el centro hasta las cuatro, cuando acaba el programa. Hasta el siguiente día.