Secciones
Servicios
Destacamos
E. C. / ANDRÉS PRESEDO
Domingo, 28 de junio 2015, 17:56
El Ayuntamiento de Gijón ha anunciado este domingo a través de un comunicado que investigará a la empresa que gestiona el acuario de la ciudad después de que se desvelase que el gerente de dicho centro, Iñaki Aguinaga, ha comercializado con animales criados en estas instalaciones. Así lo demuestran los datos a los que ha tenido acceso EL COMERCIO y en el que se pueden ver cifras como las siguientes: un tiburón punta negra, a 1.300 euros; tres centollos, a 125 euros la pieza, 375 euros; cinco pulpos comunes, a 20 euros cada uno, 100 euros; 15 andaricas, a 15 euros la unidad, 225 euros; seis meros marrones, a 1.000 euros cada uno, 6.000 euros; dos anacondas verdes, 5.000 euros; una tortuga mata-mata, 1.200 euros. Estas y otras especies fueron vendidas por Aguinaga al recién abierto Acuario de Sevilla, para complementar su colección.
También se ha podido saber que todos ellos o, al menos, buena parte de los mismos, pasaron el obligado periodo de cuarentena en el acuario gijonés y fueron llevados para la capital andaluza para su exhibición «ya acostumbrados a los tanques y magníficamente tratados», como reconocen los responsables de la empresa vendedora. No obstante, se trata de unas operaciones de las cuales el Consistorio gijonés ha negado rotundamente que tuviera conocimiento. En este sentido, Alcaldía ha anunciado que el próximo martes, el responsable de área de Medio Ambiente solicitará los informes técnicos pertinentes con el objeto de conocer si este hecho pudiera ser constitutivo de alguna irregularidad.
En la venta de animales figura el nombre y el logotipo del Acuario de Gijón, una instalación municipal que, en régimen de concesión, es responsabilidad de la empresa Aquagestión Gijón, S. L., cuyo gerente y máximo responsable es Iñaki Aguinaga. Quiere decirse con ello que los más de tres mil animales, según consta en las facturas, fueron cuidados y preparados en el Acuario de Gijón para su exhibición, con todos los medios de la instalación gijonesa, pagados por el Ayuntamiento de la ciudad, para luego ser vendidos por la empresa Aquagestión Gijón, S. L. al Acuario de Sevilla. El acuario gijonés y, por ende, el Ayuntamiento local, no obtuvo beneficio alguno de esta transacción comercial. La única beneficiaria, para su cuenta de resultados, fue la empresa de Iñaki Aguinaga, que utilizó, como reconoce, los medios del Acuario de Gijón para criar los peces y, luego, los vendió a Sevilla, eso sí, utilizando además en las facturas el logotipo del acuario gijonés, como consta en los documentos anexos.
Pese a esta condición de equipamiento público y que el Ayuntamiento de Gijón es quien se encarga de pagar buena parte de su mantenimiento, incluido el fluido eléctrico anual, fuentes municipales aseguraron desconocer que los tanques del Acuario de Gijón fueran utilizados para otros fines privados y empresariales que no sean los específicos y necesarios para la conservación o ampliación de la colección de animales del mismo y, mucho menos, que en ellos se hiciera la cuarentena de miles de elementos de una colección zoológica con el objetivo de luego venderla a otro acuario, en este caso concreto, por la cantidad total de 82.328 euros.
Anacondas, meros, tortugas...
El nuevo Acuario de Sevilla, inaugurado en el mes de octubre de 2014 en el Muelle de las Delicias, tiene, en suma, en sus tanques una amplia muestra de animales que fueron cuidados con mimo por el gestor del Acuario de Gijón, Iñaki Aguinaga, en las instalaciones públicas gijonesas para luego ser exhibidos en la capital andaluza. La venta de toda esta colección zoológica se cerró con la empresa del Acuario de Sevilla (de la que Iñaki Aguinaga también es socio no mayoritario), que es las que gestiona la instalación, el día 30 de diciembre del año pasado, por 82.328,40 euros, de los que 56.700 euros corresponden al precio de los 3.292 animales vendidos; 11.340 euros se facturan en concepto de cuarentenado y medicación plus y los restantes 14.288,40 euros se corresponden con el 21% de IVA.
Pero, ¿qué animales vendió Iñaki Aguinaga cuarentenados en Gijón y para exhibir en el Acuario de Sevilla? La relación es, como puede presuponerse, muy amplia, al tratarse de un total de casi 3.300 elementos zoológicos. En la relación, a la que ha tenido acceso EL COMERCIO y que se reproduce en esta página, figuran todos los animales, la cantidad de cada uno de ellos vendida, el precio por unidad y el precio total. La variedad es máxima, desde el pez payaso de cola naranja, a 20 euros cada uno, o las ortiguillas, 768 a un precio de 3 euros cada una, hasta el animal más caro, una anaconda verde, a 3.000 euros. También los meros marrones, a 1.000 euros la unidad o la tortuga mata-mata, a 1.200 euros, se vendieron a una alta cotización.
De hecho, el precio de adquisición de los animales fue cuestionado por una parte del equipo inversor del acuario al asegurar que estaban fuera de mercado esta y otras operaciones con empresas vinculadas con Iñaki Aguinaga, hasta el punto de que Andrés Loza, responsable de la colección zoológica del acuario sevillano (llama la atención de que ésta misma persona también figura como conservador del Acuario de Gijón), respondió por escrito a esas afirmaciones mediante un burofax, reafirmando tanto la idoneidad de los precios, como que los animales habían sido cuarentenados en el Acuario de Gijón. El documento, de fecha 8 de mayo de 2015, y remitido por Iñaki Aguinaga desde el Acuario de Sevilla, tiene once páginas de argumentaciones y en la primera de las mismas se cita textualmente que «Andrés Loza era el responsable en ese momento de la colección zoológica del Acuario de Sevilla y que se ha ocupado de las compras y negociación con los proveedores... Con este informe y su documentación anexa se desmontan sus argumentos de que los precios hayan estado fuera del mercado. A esto se suma que se trataba de animales cuarentenados en Gijón y O Grove durante un tiempo muy largo para asegurar la apertura de una colección magnífica de peces ya acostumbrados a los tanques y magníficamente tratados».
Prórroga hasta 2016
En suma, desde el Acuario de Sevilla se admite que en el Acuario de Gijón se cuidó una «magnífica» colección de peces y diferentes animales «durante un tiempo muy largo» para, con posterioridad, ser exhibida, previo pago, en la capital andaluza. Como queda dicho, en el Ayuntamiento de Gijón, pese a ser una instalación municipal y con casi todo su mantenimiento a cargo del erario público, no se tiene referencia alguna de esta transacción comercial.
Iñaki Aguinaga, a través de la empresa Aquagestión Gijón, S. L., se hizo con la gestión del Acuario de la ciudad en el mes de junio de 2010 en competencia con otras tres empresas y, entre sus objetivos, ofertó un plan de captación de visitantes que esperaba alcanzar entre los 170.000 y los 180.000 al año. Por ello, afirmaba estar dispuesto a pagar al Ayuntamiento un 300% de lo que ingresara por cada visitante que superase los 150.000 y un 100% de lo recaudado por los visitantes que superasen los 165.000. Esa oferta le valió 50 puntos, la máxima puntuación de la parte objetiva del pliego y, en suma la adjudicación del concurso.
El Ayuntamiento nunca llegó a cobrar un solo euro por esos conceptos, ni por ningún otro, dado que las cifras de visitantes al Acuario fueron todos los años muy inferiores a las citadas con anterioridad, rondando los 105.000 al año, muy lejos de las perspectivas apuntadas en la oferta ganadora del concurso. Pese a ello, en junio de 2014, cuando caducaron los cuatro años de la concesión, le fue aprobada por el gobierno de Foro una prórroga de dos años, que termina en el verano de 2016.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.