La fiscalía pide 10 meses de cárcel para Juanele por quebrantar la condena

Era la cuarta vez que pisaba los juzgados en tan solo tres semanas. El exfutbolista Juan Castaño Quirós, Juanele, volvió ayer a prestar declaración ante la jueza de Violencia de Género, acusado de un delito de quebrantamiento de condena, cometido, supuestamente, cuatro días después de que ser condenado a cinco meses de prisión y a cumplir una orden de alejamiento de su expareja.

Pero ayer no acudió solo. Lo hizo acompañado de su hija de 16 años, quien corroboró la versión de su padre asegurando que había estado con él todo el fin de semana y que en ningún momento se ausentó para acudir a Jove a fracturarle el limpiaparabrisas del coche de su exnovia y tampoco a dejarle una carta manuscrita en la peluquería que ella regenta en la avenida de Galicia. Ese documento existe y fue presentado como prueba en el procedimiento, si bien el abogado de la defensa, Guillermo Calvo, afirma que esa carta fue escrita hace semanas, antes de ser detenido y su contenido no es amenazante, sino «que tenía como objetivo volver con ella cuando dejaron la relación hace meses».

Al no llegar a una conformidad entre las partes, el titular del juzgado de Instrucción número 2, en funciones de guardia, trasladó el procedimiento al Penal número 1 para que el próximo martes, 30 de junio, se celebre un juicio rápido por el quebrantamiento de condena. La fiscalía solicita para el exfutbolista del Sporting, Tenerife y la selección española, entre otros equipos, una condena de diez meses de prisión al considerar probados los hechos denunciados por la que fuera su pareja durante tres años y medio. De confirmarse la autoría y recibir una nueva condena de cárcel, Juanele podría volver al centro penitenciario de Villabona, donde ya cumplió prisión por un delito de malos tratos a su exesposa, otra mujer distinta a la que ahora le ha denunciado.

Merodeando por su domicilio

La detención del domingo se produjo a raíz de que Ana Belén Espinosa denunciase en la Comisaría que sus vecinos lo habían visto esa madrugada merodeando por las inmediaciones de su domicilio y que su vehículo, que tenía estacionado en la calle, había amanecido con destrozos en el parabrisas. Además, aseguró que le había dejado una carta por debajo de la puerta de su peluquería, algo que habría conllevado el incumplimiento de la orden de alejamiento y comunicación que tiene vigente para los próximos tres años.

La tarde del 2 de junio fue arrestado por la Policía Local después de agredir con un bate de béisbol a su exnovia en la peluquería en presencia de la hija de ella, de 8 años, de un cliente y de una antigua empleada. Por esos hechos se celebró la semana pasada un juicio rápido en el que él declaró que no recordaba nada de lo ocurrido por haber estado bebido en grandes cantidades las horas previas, a lo que se sumaba que durante las últimas semanas no había seguido el tratamiento que desde hace años recibe para tratar una patología de bipolaridad y trastorno de la personalidad.