Leoneses con savia gijonesa

«Si puedo vuelvo mañana». Los estudiantes de los colegios Generación del 27 (Villablino) y Manuel Barrio (Villaseca), ambos de León, mostraban ayer su entusiasmo tras llevar tres días conociendo Gijón. El Ayuntamiento fue una se sus últimas paradas antes de volver a casa. Durante su visita pudieron ocupar los asientos del salón de plenos. Luego recibieron de manos de Ana Braña y Luis Sainz, en representación del Consistorio, unos diplomas en reconocimiento de la labor como embajadores de Gijón que se espera realicen a partir de ahora.

Esta actividad conocida como la Semana Náutico Cultural, organizada por el Ayuntamiento desde 2012, pretende que «niños de provincias del interior descubran el mar» para que luego cuenten su experiencia a sus conocidos, pudiendo incrementar así el número de turistas de la ciudad.

Susto con la tabla

El Molinón y la Laboral fueron algunos de las instalaciones que pudieron visitar. Si tienen que quedarse con algo es con las clases de surf que recibieron estos días. Andy y Edgar no dudarían en volver a repetir la experiencia, a pesar de que «el agua estaba un poco fría al principio». Alguno de sus compañeros sufrió algún incidente durante la práctica. «Me caí, se me puso la tabla encima y casi me ahogo», explicaba Thaissa.

El Acuario y el Botánico fueron otros de los enclaves gijoneses que más atrajeron a los pequeños. A María le encantó la variedad de plantas. Por su parte, Saúl y Héctor se quedan con «los peces tropicales, los pingüinos y los tiburones». Eso sí, estos últimos desde la distancia. «No es lo mismo si te los encuentras en la playa», advierten.

El camping de Deva, su residencia durante estos tres días, también fue protagonista de algunos de sus mejores recuerdos. «Nos subimos en el balancín todos juntos. Fue muy divertido», cuenta María. Todos estos buenos momentos servirán para que en un futuro sean los mejores miniembajadores de Gijón.