Secciones
Servicios
Destacamos
OLAYA SUÁREZ / ELCOMERCIO.ES
Jueves, 4 de junio 2015, 10:29
La jueza de violencia de género ha decretado la libertad con cargos para Juan Castaño Quirós 'Juanele', acusado de agredir el pasado martes a su exnovia cuando ésta estaba trabajando. También se ha decretado una orden de alejamiento de la víctima por parte del presunto agresor, para el que la Fiscalía también pidió la puesta en libertad. El exfutbolista ya ha salido de los calabazos y deberá comparecer en el Juzgado de lo Penal el próximo 15 de junio.
Víctima y agresor declaraban esta mañana declaraban en el juzgado de Violencia sobre la Mujer por los hechos ocurridos el pasado martes poco antes de las 5 de la tarde del martes en el establecimiento en el que trabajaba la expareja de Juanele y que se abrió al público hace escasos meses en la avenida de Galicia. Al parecer, el agresor entró en el local muy alterado, comenzó a increparla y agredirla, según los testigos, con el bate. El aviso a la centralita del 092 activó rápidamente a varias dotaciones policiales. Los agentes se personaron en pocos minutos y arrestaron al exjugador rojiblanco, quien sufre trastornos psiquiátricos desde hace años y ya cumplió en 2011 condena por un delito de violencia de género, en esa ocasión hacia su exesposa, una mujer distinta a la actual.
Esta mañana, tras haber declarado, la víctima atendía a los medios de comunicación a las puertas del juzgado para explicar lo sucedido. En su opinió n, Juanele actuó como una persona "que pierde en ese momento los cabales y que va a matar". "Esa era la intención", ha añadido. Asimismo, ha atribuido en parte el comportamiento del ex futbolista a "no llevar una vida normal" y a no tomarse la medicación, sumado al consumo de alcohol.
Según relató la propia víctima para EL COMERCIO, la del martes «fue una agresión brutal. Entró en la peluquería y sin mediar palabra sacó un bate de béisbol que llevaba debajo de la sudadera. Me dio un golpe en la parte de atrás de la cabeza, caí al suelo y me quedé medio inconsciente, pero él seguía dándome por todo el cuerpo. Venía a matarme y casi lo consigue». Antes de declarar ante el juez, Ana asegura tener «todo el cuerpo dolorido», pero la cabeza fría para conseguir que «Juanele pague por lo que ha hecho y se ponga remedio para que no lo vuelva a hacer».
Ese remedio al que se refiere pasa, a su juicio, por el «control de una persona con una enfermedad psiquiátrica muy grave que no está vigilado por el sistema y debería tener un seguimiento por los médicos para evitar cosas como ésta». «Estuve con Juanele tres años y medio y durante todo ese tiempo jamás se mostró violento conmigo. Sí que tenía altibajos por la enfermedad mental. Le daba por encerrarse en casa o no hablar, pero nunca le noté agresivo», relata la peluquera. Los problemas surgieron cuando hace semanas ella decidió poner punto y final a la relación.
«Me destrozó el coche»
«El sábado 23 de mayo me destrozó los espejos retrovisores del coche que tenía aparcado en la calle. Hablé con su hermano y llegamos a un acuerdo de no interponer denuncia en la Comisaría a cambio de que ingresase en un centro psiquátrico. Pero no dio tiempo...», explica. Horas antes de la supuesta agresión llegó a llamarla por teléfono más de cien veces.
El martes, poco antes de las cinco de la tarde entró en el negocio que Ana abrió hace tres meses en la avenida de Galicia, en El Natahoyo. «Estaba fuera de sí, con los ojos desorbitados, no atendía a razones», comenta. En el local estaba la hija de ella, de 9 años, dos clientas y una chica de prácticas. «Vino directamente a por mí, a las otras personas ni las miró. Venía a matarme y tenía claro el objetivo», dice.
«Me levanté como pude y salí corriendo a la calle a pedir auxilio. El instinto me hizo empezar a empujar la puerta desde fuera para que no pudiera salir y siguió pegándome», comenta. Dentro, los testigos consiguieron arrebatarle el bate de béisbol dándole con una escoba. La rápida intervención de los agentes de la Policía Local alertados por el conductor de una grúa que vio a la mujer pidiendo ayuda evitó que el episodio acabase en tragedia.
A Ana la trasladaron en ambulancia al Hospital de Jove, donde la sometieron a un escáner y a un examen exhaustivo para descartar lesiones interns. «Lo que más preocupaba era el golpe en la cabeza porque además me había sangrado el oído. Me dijeron que serían cruciales las siguientes 48 horas para descartar que se formasen coágulos», afirma. Lleva además un vendaje en la mano y tiene hematomas por todo el cuerpo. «Para lo grave que pudo haber sido, al final tuve hasta suerte. Podía no estar aquí para contarlo...», lamenta.
«Abatido y llorando»
El exjugador de Sporting, Tenerife, Zaragoza y de la Selección Española fue llevado al centro de salud de La Calzada como marca el protocolo habitual para los arrestados. Varios testigos que coincidieron con él en la sala de espera del centro sanitario explicaron que se encontraba «abatido, llorando y lamentando haber dejado al perro solo en casa». Una vez sometido al examen médico, fue conducido a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, donde le tomaron declaración y quedó pasando la noche en los calabozos, a la espera de pasar a disposición del juzgado.
No es la primera vez que Juanele es detenido por las fuerzas de seguridad. En 2011 el exjugador fue arrestado acusado de causar destrozos en un vehículo estacionado en el aparcamiento del Real Grupo de Cultura Covadonga. Las imágenes grabadas por las cámaras de vigilancia de la instalación permitieron identificar al deportista. Supuestamente, según se desprende de su propio testimonio, pretendía dañar el vehículo que utilizaba suexesposa, de la que se encontraba en proceso de divorcio, pero se equivocó y le rajó las ruedas a otro vehículo de la misma marca.
El hecho de encontrarse en libertad condicional por una condena anterior por una pelea en un pub de Fomento provocó que Juan Castaño Quirós ingresase en la prisión de Villabona por el episodio del aparcamiento del Grupo Covadonga. La sentencia firme del juzgado especializado en Violencia de Género de Gijón revocó esa libertad condicional y pasó tres meses en la cárcel. Será el juez de guardia quien determine ahora su destino.
El exfutbolista pasará a disposición del juzgado de Violencia sobre la Mujer mañana a primera hora de la mañana
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.