Nacho Prieto
Jueves, 4 de junio 2015, 00:16
LonjaGijón-Musel, empresa que gestiona la rula local, puede afrontar la siempre trascendental costera del bonito con un poco más de tranquilidad que en años anteriores. La razón es que la campaña del bocarte está proporcionando en 2015 resultados espectaculares tanto para los pescadores como para los comercializadores y, a la vez, genera las mejores expectativas a la industria conservera.
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Los números son reveladores. En los últimos doce días, la rula gijonesa subastó más de medio millón de kilos de bocarte. La cifra destaca si se compara con la campaña de 2014, cuando Gijón vendió algo menos de 25.000 kilos, de los 395.000 kilos que pasaron por el conjunto de las lonjas asturianas.
Pero es que, además, la gran calidad del pescado, que por su buen tamaño es especialmente apto para la industria conservera, hace que la cantidad de mercancía no provoque una caída de la cotización que frustre las expectativas de los pescadores.
El pasado 26 de mayo, EL COMERCIO publicó que el precio del bocarte había llegado en rula a 14 euros por kilo. Empezaba entonces a aparecer mercancía de gran tamaño que despertó la competencia de las conserveras en las pujas.
En días sucesivos aumentaron las cantidades subastadas, pero las cotizaciones no bajaron y jornadas hubo en los muelles del Rendiello en que los mejores bocartes alcanzaron los 20 euros y el precio medio superó los 9 euros por kilo.
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Todo ello hace que las dificultades provocadas por impagos en LonjaGijón-Musel sean ahora vistos con mayor tranquilidad. Los ingresos brutos por venta de bocarte supera este año los 3 millones de euros, es decir, casi medio millón más que la costera del bonito del pasado año. La rula gijonesa tiene una gran dependencia del bonito, que habitualmente proporciona en torno al 30% de sus ingresos, de forma que la facturación de bocarte en tan sólo 12 días de trabajo intenso mejora los cuatro meses de campaña del bonito de 2014.
«Hay que aprovechar»
¿Repercutirá negativamente en años próximos la buena campaña de bocarte de 2015? El director general de Pesca Marítima del Principado, Alberto Vizcaíno, piensa que no. «El bocarte -dijo- es una especie de ciclo de vida corta que realiza desoves masivos para compensar una alta mortalidad. Por eso, nosotros defendemos que la evolución de la especie depende más de otras circunstancias que de la pesca. Una fuerte restricción de las capturas puede ayudar poco a la especie y, sin embargo, hace mucho daño a la flota. Pero, además, el bocarte que se está pescado es grande, por eso se paga bien. Otra cosa sería si se tratara de ejemplares de primer año, no de dos o tres años».
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En todo caso, las capturas están sometidas a una cuota nacional para el caladero Cantábrico y Noroeste. Toda la flota de ese caladero puede pescar hasta agotar el cupo total establecido. Los barcos asturianos no sufren ninguna discriminación, por contra de lo sucedido con otras especies sometidas a reparto por regiones.
La incógnita ahora es cuánto durará la racha, o si continuará en aguas gallegas. Nadie se atreve a pronosticar y, en ese sentido, los pescadores son muy cautos porque, dicen, «la mar es un misterio».
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