Marcos Moro
Jueves, 19 de marzo 2015, 00:15
Ana María Lorenzo López, histórica dirigente del movimiento vecinal gijonés, falleció el martes a los 84 años. Fue presidenta de la asociación de vecinos Jovellanos de la zona centro a finales de la década de los noventa y en los primeros años del nuevo milenio. Fue una activista convencida, miembro de la federación vecinal de la zona urbana (FAV) durante muchos años y una comprometida luchadora presente en la mayoría de las manifestaciones que el movimiento vecinal gijonés realizó en la conquista de muchas libertades y mejoras para los vecinos.
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De entre todas las causas que abrazó destaca, por encima de todas, su implicación personal para conseguir la apertura del centro de salud de Zarracina. Especialmente recordada es una fotografía suya de 1998 encarándose a Francisco Álvarez-Cascos, cuando el actual secretario general de Foro era vicepresidente primero del Gobierno de José María Aznar.
La fallecida estaba vinculada también a los movimientos cristianos de base. A su edad seguía siendo miembro de la comisión ejecutiva de la asociación Jovellanos, de la que era socia desde los inicios del movimiento vecinal junto a su marido Rodolfo Lázaro. Quienes trabajaron a su lado la califican de «generosa y luchadora, amiga y buenísima persona. Una mujer que siempre peleó por el bienestar de sus vecinos y fue solidaria, dialogante y muy respetada y querida por todos ».
Numerosos compañeros que coincidieron con ella durante su mandato al frente de la asociación Jovellanos acudieron ayer a despedirla a la iglesia de los Capuchinos.
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