Reconocimiento a un modelo anticrisis

Es la mejor incubadora empresarial de España, lo que le convierte en el máximo exponente a nivel nacional en lo que a asesoramiento, apoyo y formación a emprendedores se refiere. El Centro Municipal de Empresas (CME) acaba de recibir el reconocimiento del informe de Funcas (la Fundación de Cajas de Ahorro) por su actividad durante 22 años de andadura (se creó en 1992) en el tutelaje de los que dan los primeros pasos en el mundo de los negocios. Una noticia que llegaba días después de que el Parque Científico y Tecnológico, gestionado por el CME, recogiera otro galardón nacional a la mejor práctica puesta en marcha a nivel nacional en estas infraestructuras empresariales.

Las cifras avalan la trayectoria: los tres viveros que el Centro Municipal tiene en marcha agrupan actualmente a 81 empresas y 33 coworkers, sumando casi 300 personas, en sus 2.417 metros cuadrados. Una cifra que sube hasta los 14.000 metros si se contabilizan todas las residencias empresariales del municipio. En el análisis, Gijón quedó por delante de un centro de mayor solera, en lo que a número de años de funcionamiento se refiere (1988), como el de Innovación de Álava, y otro de reciente creación, como es el de Viladecans (Barcelona), constituido en 2011. La clave del éxito, según sus gestores, encabezados por el gerente Bernardo Veira, está en el refuerzo de programas y servicios, «con un incremento del 50% del presupuesto del Centro en el presente mandato. Y todo después de haber escuchado lo que nos pedían los protagonistas: empresarios y emprendedores».

En la misma línea se expresa el concejal de Desarrollo Económico y Empleo, Fernando Couto, que tras ensalzar el trabajo de la plantilla a lo largo de estos 22 años y a Veira como «excelente director», recuerda que «éstos son un premio a la gestión. Este gobierno ha hecho una política anticíclica o anticrisis, no cayendo en los pesimismos ni en los recortes sufridos por otros viveros». Enumera el edil desde doblar el número de metros cuadrados de residencias empresariales (pasando de 7.000 a los 14.000 citados), a la puesta en marcha de los programas de acceso al crédito o la eliminación de las ayudas a fondo perdido y de las trabas administrativas.

En los últimos cinco años, la evolución en el asesoramiento y en la constitución de proyecto ha ido en constante aumento, sobre todo a partir del año 2012 con la puesta en marcha de la oficina Tecrea que, a lo largo de 2015 será quien vaya concentrando todo los servicios de consultas y primeros pasos en el edificio Trinidad. Hasta el pasado 1 de diciembre, entre Cristasa y Tecrea se habían atendido casi 4.000 consultas, que dieron lugar a la puesta en marcha de 185 empresas y el lanzamiento de 1.333 proyectos.

Las claves del éxito

¿Y qué ofrece Cristasa para atraer a una start up y garantizar su supervivencia? Los investigadores resaltan en su informe la preincubación, que en Gijón toma ejemplo en los 33 espacios coworkers existentes en Cristasa y los 4 que se tiene pensando habilitar en enero en el edificio del campus. Allí, sin contabilizar como tiempo de permanencia en el vivero, «se admite a gente que está madurando una idea». Personas a las que se orienta, se les asigna un tutor y pasan al denominado periodo de incubación. Son cinco años en los viveros (donde se benefician desde la limpieza a la seguridad): los dos primeros, en clave consultoría, y los tres últimos de 'mentoring' con empresarios con experiencia en la región. Y, unido a ello, asesoramiento tecnológico, jurídico y fiscal; gestoría contable y laboral gratuita en el primer año; formación; o ayudas económicas.