La Santina abre su nueva casa en Deva

Cáritas Asturias cuenta desde ayer con un moderno centro terapéutico para la rehabilitación de personas alcohólicas. La Santina se ha trasladado desde su ubicación en Mareo a unas nuevas dependencias en la parroquia de Deva, en una finca cedida por los Capuchinos y que se ha convertido en realidad gracias a la aportación de 200.000 euros de la Obra Social de La Caixa.

En el acto de inauguración del edificio, que cuenta con una capacidad para atender a 28 usuarios, no pudo faltar la bendición, que corrió a cargo del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, pero también participaron numerosas autoridades, como el consejero de Sanidad, Faustino Blanco; el director general de Salud Pública, Julio Bruno; los concejales Rafael Felgueroso y Fernando Couto; el director territorial de Caixabank, José Manuel Bilbao; el director de Cáritas Asturias, Ignacio Alonso; su antecesor en el cargo, Adolfo Rivas; la coordinadora de Cáritas en el arciprestazgo de Gijón, Pilar Méndez; el párroco de los Capuchinos, Hilario Rodríguez, y el arquitecto que rehabilitó el edificio, Marcelino Galán, entre otros.

Con esta actuación, Cáritas Asturias quiere avanzar en la dignificación de los equipamientos y lograr un espacio residencial que aporte seguridad, calidad y estabilidad a los usuarios durante el tiempo necesario que les permita recuperar hábitos y herramientas con vistas a su reincorporación social. Además, en el diseño de estas instalaciones se ha tenido especialmente en cuenta el cambio de perfil de los internos, que presentan un mayor grado de deterioro físico, mental y social consecuencia de ser personas sin hogar. También se tendrá especial atención a la mujer alcohólica y a las personas en grave riesgo de exclusión social.

El arzobispo Sanz Montes indicó que «este centro permite una recuperación integral de la persona» y añadió que «estamos en un día lleno de sol porque se abre una puerta de esperanza en medio de una oscuridad que destruye a las personas y a las familias que están detrás». Porque, como aseguró, «el alcoholismo es el peor trago de la vida».

Un camino «difícil y largo»

Quien vio todo el proceso de creación de estas nuevas instalaciones es Adolfo Rivas, que recientemente ha dejado la dirección de Cáritas Asturias. Aseguró que «ahora La Santina empieza una nueva etapa donde su vocación y destino es ser referente nacional en el tema del tratamiento del alcohol». Pero reconoció que este camino fue «difícil y largo», pues «no salió ni un solo euro de Cáritas Asturias», sino que se cubrió gracias a La Caixa, las parroquias y el dinero recaudado con el Año Santo. También quiso dejar claro que «llevamos muchos años acompañando a las víctimas del alcohol, que es una droga terrible. No juguemos con estas cosas. Que no se banalicen». Y lo dijo en referencia al proyecto de la Ley de Atención Integral en Materia de Drogas. Recogió ese testigo el consejero Faustino Blanco, quien señaló que confía «en la sensatez de la Cámara del Principado para sacarla lo antes posible», previsiblemente en la primera quincena de diciembre. Rivas calificó de «inadmisible» la cantidad de menores que tienen fácil acceso al alcohol y recordó que «entre 60 y 70 jóvenes mueren cada año de una forma relacionada con el alcohol y el 35% de los menores e 18 años reconocen que se emborrachan todos los meses. No se trata de prohibir, sino de reeducar y reinsertar».

El concejal Rafael Felgueroso representó en el acto al Ayuntamiento de Gijón y aseguró que el equipo de gobierno «está plenamente concienciado en incrementar las partidas en acción social». Además, indicó que «es uno de los momentos en los que todos nos podemos congratular por la suma de muchos particulares y administraciones que han colaborado para poner en marcha servicios como éste».

Juan Manuel Bilbao, responsable de Caixabank, se mostró encantado con el resultado final del proyecto y reconoció que «con el dinero se llega a pocos sitios. Necesitamos de la gente que está más cerca de quienes lo necesitan para que esos fondos se puedan convertir en realidades». Y en ello está volcada la entidad, que destina anualmente 3,5 millones de euros a su obra social en Asturias.

Cesión de propiedades

Hilario Rodríguez, párroco de los Capuchinos, relató cómo se cedió la finca a Cáritas Asturias, «dedicada a los últimos de los últimos. Por eso queríamos que fuera lo mejor de lo mejor». La orden está destinando a distintas obras sociales todas las propiedades que le van quedando vacías. Finalmente, el párroco entregó las llaves del centro al director de Cáritas Asturias, Ignacio Alonso.