«La presencia del cura para inaugurar la calle fue una petición mía», dice la viuda de Liñero

«Si hubo un cura en la inauguración de la calle de mi marido no fue por propuesta del Ayuntamiento ni del párroco de Somió. Fue una petición mía». De este modo respondía ayer Emilia Falgueras, viuda de Alfredo Liñero, a las críticas del PSOE por la presencia de sacerdotes en la celebración de actos institucionales como la inauguración de la calle dedicada al empresario. Falgueras aseguró que el Ayuntamiento no le preguntó en ningún momento si quería algún tipo de acto religioso en el homenaje a su difunto marido, sino que fue ella misma quien tomó esta decisión. «Yo lo propuse. Pedí permiso para ello y me lo dieron», explicó.

El acto de descubrimiento de la placa con el nombre del industrial conservero en el polígono de Lloreda incluyó la bendición de la calle por parte de Luis Manuel Muiña, párroco de Somió. «Se puede ser socialista y católico», remarcó ayer la viuda. Alfredo Liñero conjugó su destacada trayectoria empresarial -ayudó al crecimiento de la empresa familiar Litoral hasta la venta de la marca a Nestlé, fundó la sociedad Fabricantes Asturianos de Conservas y la marca La Polar y fue pionero en la exportación de las conservas asturianas a Europa, el Magreb y Oriente Próximo- con un activo compromiso con la política. Participó en la fundación del Partido Socialista Popular y posteriormente empezó a militar en el PSOE, partido por el que fue elegido concejal en las primeras elecciones democráticas. En aquella Corporación se hizo cargo de los asuntos urbanísticos. Antes de abandonar la política activa militó pasó también por el Partido Asturiano Democrático Liberal.

En la inauguración de su calle, junto a varios representantes del gobierno municipal, estuvieron presentes la exalcaldesa Paz Fernández Felgueroso y varios excompañeros de Corporación como la concejala Carmen Veiga, Marcelo Palacios y Carlos Zapico.

La presencia de sacerdotes en actos institucionales será objeto de debate hoy en el Pleno como consecuencia de una proposición presentada por el grupo municipal socialista para que los eventos organizados por el Ayuntamiento sean «laicos».