«No pueden quitarme a mi hija, es lo único que tengo», afirma Diana Muñoz

«Sé que cometí un error, pero no soy una mala madre». Estas son las palabras que repetía ayer, una y otra vez, Diana Muñoz mientras se manifestaba ante el Palacio de Justicia para protestar por la pérdida de la custodia de su hija de seis años. El error al que se refería consistió en llevarse a la pequeña a Madrid durante un par de meses tras la muerte de su padre y su prima. Ante la prolongada ausencia de la niña, el colegio se vio obligado a avisar a Servicios Sociales, así como a su padre, quien solicitó un cambio en las condiciones de la custodia. «Sé que hice mal, pero no me parece justo que la jueza decidiese, en sólo diez minutos, el futuro de mi hija y sin indagar», lamenta Diana. Según explica, ella misma denunció a su exmarido en varias ocasiones por violencia de género. «El problema es que, tras hablar con su familia y la mía, retiré las denuncias y volví con él», reconoce.

Su historia comenzó hace unos doce años, cuando se fue a vivir a La Felguera, donde se dedicaba a la hostelería. Allí conoció a su exmarido, con quien comenzó una relación un par de años después. «En 2006 me quedé embarazada. Fue cuando estaba de seis meses cuando comenzó a golpearme», relata. A partir de ese momento, añade, se sucedieron denuncias, indultos, peleas y huidas de casa «con lo puesto y la niña en brazos». Diana llegó incluso a pasar un año junto a su hija en la Casa Malva.

«Se desvive por la niña»

Finalmente, decidida a empezar de nuevo, Diana Muñoz se quedó a vivir a Gijón con su hija. «Sin embargo, él siguió enviándome mensajes y llamándome por teléfono. Llegó, incluso, a amenazarme con matar a la niña. Evidentemente, interpuse una denuncia y el juicio se celebró hace unos meses», relata. Actualmente, informa, está esperando la sentencia del mismo.

Ayer acudieron a mostrarle su apoyo amigos y madres de algunos compañeros de colegio de la pequeña, quienes aseguraron a EL COMERCIO que «se desvive por la niña». Diana, por su parte, lo tiene muy claro: no se va a quedar de brazos cruzados. «No pueden quitarme a mi hija, es lo único que tengo. Lucharé con uñas y dientes por ella», asegura.