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M. MORO
Jueves, 9 de octubre 2014, 00:12
Entre las novedades que destapó ayer la retirada de las vallas del Café Dindurra y que a casi nadie pasó inadvertido fue el gran rótulo con el nombre del café en el paramento de la fachada principal, en la esquina del paseo de Begoña con la calle Covadonga. Un rincón expresamente diseñado como 'photocall' para los turistas. Un equivalente, salvando las distancias, a las 'letronas' del Puerto Deportivo para que quienes visiten la ciudad se lleven en su cámara la fotografía delante del emblemático local hostelero junto con otras típicas estampas de su paso por Gijón. En una de las paredes, la más pegada al Teatro Jovellanos, también es novedad la decoración del establecimiento con una cronología de imágenes del Dindurra a modo de museo permanente de la memoria histórica del local.
La nueva iluminación -la retroiluminación de los casetones del techo y las luces ocultas proyectadas en la parte superior de las emblemáticas columnas- es otra de las sorpresas que incorpora el proyecto de reforma del Dindurra, por su impacto positivo en la escenografía general del local. También resultan llamativas las columnas Art Deco bañadas en pan de oro y el traslado a los aseos y a la escalera que conecta con el también renovado altillo de esa estética de geometrías y fuentes congeladas de la que fue un virtuoso el arquitecto gijonés Manuel del Busto.
Al frente de la oferta gastronómica del nuevo Dindurra estará Nacho Velasco Ríos, antiguo jefe de cocina de Ciudadela que lleva cuatro meses preparando la carta del gastrobar.
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