Aire nuevo para viejos custodios

Los nuevos aires en la Comisaría, con la llegada hace cinco meses del jefe Dámaso Colunga, se escenificaron ayer con el regreso de la celebración de los actos del patrón al centro de Gijón. Más cerca de los ciudadanos. Después de años conmemorando los Santos Ángeles Custodios en el recinto ferial Luis Adaro, la de ayer fue una vuelta a los orígenes, con misa en la iglesia de San Lorenzo, entrega de distinciones en el Teatro Jovellanos y pincheo en la Escuela de Hostelería, donde antiguamente se ubicaba el cuartel de la Policía Armada.

«Los bajos índices de criminalidad de la ciudad no servirían de nada si los ciudadanos no se sintiesen seguros y aunque la 'delincuencia cero' es una utopía nuestra tarea es proporcionar a los gijoneses y visitantes la mayor garantía posible», señaló el comisario Dámaso Colunga en el acto de entrega de distinciones por los servicios meritorios de los agentes, jubilaciones y colaboraciones de profesionales ajenos al Cuerpo.

Con una notable mayor afluencia que en ediciones anteriores, estuvo presente el arzobispo Sanz Montes; representantes de la Corporación municipal, encabezada por la alcaldesa Carmen Moriyón; de la Guardia Civil, con el teniente coronel de la Guardia Civil, Francisco Javier Puerta Muñoz; el jefe de la Policía Local, Alejandro Martínez Gallo; representantes de la delegación del Gobierno, de la de Defensa, colectivos vecinales y sociales y estamentos de la judicatura y abogacía, además de la mayor parte de la plantilla de la comisaría de Gijón, con 450 funcionarios.

Entre los condecorados, los tres miembros de la Brigada de Policía Científica que participaron en la identificación de los fallecidos en el accidente de tren de Angrois, la jueza Ana López Pandiella y 16 policías que durante el último año participaron en operaciones relevantes, como el rescate de una mujer en la playa o investigaciones de droga.