«¡Habrá que venir el último día!»

Ofertas, promociones y descuentos para todo tipo de productos. Pasear hoy por el recinto Luis Adaro supondrá para muchos sumergirse en busca de los últimos chollos. Chollos que ya ayer, en algunos casos, llevaban la famosa coletilla de 'oferta fin de Feria'. Por ejemplo, las sillas de ruedas eléctricas de Casal, que ofrecía un descuento del 50% para los equipos en exposición, y el concesionario de automóviles de Mazda, con una rebaja de más de 7.000 euros en el modelo '6'. «Pues nada, oye, ¡habrá que venir siempre el último día!», apuntaba, socarrón, un visitante a su acompañante, al tiempo que paseaba con paso tranquilo por la zona más poblada automóviles.

También en el estand de Eva Sueña decidieron ajustar los precios de sus 'ponchitos multiusos'. Una decisión que, sin duda alguna, ha marcado para bien su presencia en la Fidma, a la que dan «un diez». «No nos podemos quejar», indica Marco García, la cara visible del negocio. «La encargada de la confección es mi madre, Moira. En Barcelona -de donde vienen-, vendemos uno por 15 euros y dos por 25», aclara. En Gijón, la cosa cambia. Cada prenda sale a 10 euros, con la posibilidad de llevarse tres unidades por 25. «Son de hilo de bambú, de procedencia asiática, y pueden servir de pareo, fular y falda, entre otras cosas. De ahí lo de ponchito multiusos», agrega.

Sobaos pasiegos

De sobra es conocido el maremágnum de productos puestos en venta en la Feria. Así, la incesante búsqueda del chollo varía en función de los gustos. Empezando por el estómago, cualquier visitante puede llevarse a casa desde la galería comercial tres botes de conservas de cangrejo y gulas por 10 euros. O, si lo prefiere, un kilo de sobaos pasiegos por 8, «muy buenos, riquísimos pa desayunar», apuntaba un cliente bolsa en mano. También paté portugués de sardinas, junto al Pabellón Central, por 50 céntimos.

Sandwichera y antimanchas

Al final, quien se fija acaba encontrando. Así las cosas, si alguien va preocupado por su movilidad, puede adquirir un Fiat Panda por poco más de un millón de las antiguas pesetas, una motocicleta Yamaha desde 1.900 euros y una bicicleta «en condiciones» de montaña y carretera por 800 y 900 euros, respectivamente. «Que no todo van a ser sartenes y quitamanchas».

Tampoco resulta caro vestir a la muñeca con un reloj, «regalo incluido», por 5 euros; cambiar la cartera por un monedero de piel, a 3 euros cada uno (o dos por 5); y llevarse a casa una sandwichera por 15. Para rematar la faena, que a uno siempre se le puede caer un poco de queso fundido por encima (o cualquier otro ingrediente, que de torpes está el mundo lleno), no estaría de más comprar un delantal y un mantel. Ambos, con garantía antimanchas. El primero, por 6 euros, y el segundo, desde 10 el más pequeño hasta 20 el más grande.

Y, si todavía a uno le quedan fuerzas después de tanto trajín, en la galería comercial le pueden echar las cartas del tarot por 20 euros y pasarle el agua por 10. ¿Quién dijo que en la Feria siempre había lo mismo?