Manzanares sale a hombros de El Bibio

José Mari Manzanares cortó dos orejas y salió a hombros en el sexto festejo de abono de la feria de Begoña celebrado hoy en El Bibio con tres cuartos de entrada en tarde soleada, ventosa y fresca. La corrida duró dos horas y media. Se lidiaron cinco toros de Núñez del Cuvillo y un sobrero de El Pilar, corrido en primer lugar tras ser devuelto por invalido el de la ganadería titular. Los 'cuvillos', de buena presencia en general, menos el tercero, anovillado, dieron buen juego. El mejor, el quinto.

Castella tuvo que luchar contra las dificultades que le causaba el viento y las malas condiciones del toro que abrió plaza: pegajoso, que cabeceaba y con tendencía a gazapear. La faena fue voluntariosa, pero sin lucimiento, y la terminó de una estocada caída. Aplausos. En el cuarto comenzó citando al toro en largo para pasárselo por la espalda y luego por alto. Con suavidad también en varias tandas de redondos y una al natural. El toro fue a menos, perdía gas, y los circulares para la galería que le suministró el francés fueron el remate a una faena que terminó con otra estocada caída y un descabello. Hubo petición débil de oreja y el premio quedó en ovación.

El triunfador de la tarde fue Manzanares, el más afortunado en el sorteo, porque los dos toros de su lote tuvieron envestidas nobles y francas, que en el caso del quinto se acentuaba con la codicia del astado al tomar los engaños. En su primero muleteó Manzanares con suavidad y temple en un par de series con la derecha, sobre todo. Aprovechó las facilidades de su enemigo y acabó de un pinchazo, una estocada trasera y contraria y un descabello. Logró una oreja. Fue en el quinto en el que, con una faena de muleta que fue de menos a más, se lució de manera especial el alicantino, sobre todo en dos tandas de preciosos naturales, complementadas con series en redondo que superaban el punteo molesto del bicho. Terminó de un pinchazo y una estocada trasera. Segunda oreja.

Alejandro Talavante salió al ruedo de El Bibio con muchas ganas de agradar. En el tercero de la tarde queda para el recuerdo los ayudados por alto iniciales y el temple y la suavidad con que ejecutó las series de redondos y de manera especial una con la zurda en la que sobresalieron dos soberbios naturales. Un pinchazo, una estocada trasera y contraria y un descabello dejaron al burel para el arrastre. Una oreja. En el que cerró plaza no pudo redondear con otro triunfo en forma de apéndice el extremeño, que en la faena de muleta se lució más con la derecha que al echarse la mano a la zurda. Tampoco fueron suficientes los efectismos finales, porque falló a espadas, con un pinchazo, una estocada trasera y dos descabellos. La recompensa se quedó en ovación, por lo que solo Manzanares fue sacado en volandas de El Bibio.