Primera noche de playa

Luces de colores, música electro-pop y todo tipo de atuendos estravagantes. Las Nancys Rubias ofrecieron anoche en Poniente el concierto que supone el pistoletazo de salida a una semana de música y fiesta, mucha fiesta en Gijón. La amenaza de lluvia no impidió que Mario Vaquerizo y su banda de 'nancys' se diesen un baño de fieles que no dejaron de cantar sus pegadizos temas.

A ritmo de 'Me encanta' la explanda de Poniente bailó y saltó hasta la extenuación. Dicho tema -versión del 'I love it' de Icona Pop- lleva más de un año colándose en los programas de televisión más vistos y en las emisoras comerciales más escuchadas. Es el 'hit' que cantan todos los fanáticos del televisivo dúo Alaska y Mario. La primera, musa de la movida madrileña con los Pegamoides hace treinta años y cara visible del grupo Fangoria; el segundo, su representante y pareja, que ha sabido aprovechar el tirón de su mujer.

Pero volvamos a las Nancys. Su pop electrónico de estribillo fácil es ideal para pasar una noche de concierto al aire libre. Te permite bailar, saltar y cantar hasta el final. Y más con Mario Vaquerizo -Nancy Anoréxica- sobre el escenario. Solo necesita aparecer y plantarse ante un micrófono para poner en pie a todo el respetable. Ayer celebraron sus más de diez años sobre los escenarios. Una década en la música quiere decir que algo tienen. Personalidad y carisma les sobra. Musicalmente, la mayoría de sus temas son versiones adaptadas al lenguaje patrio; eso sí, con estribillos que se quedan sonando dentro de la cabeza hasta después del concierto.

Bien pasada la media noche hizo su aparición Fangoria, el plato fuerte, tirando de repertorio y de un 'A quién le importa' perenne que cantó hasta el que estaba por allí de paso. Poniente volvió a ser anoche el epicentro de la 'movida' gijonesa. Y esto solo acaba de empezar.