IVÁN VILLAR
Viernes, 4 de julio 2014, 00:57
Jorge Espina y Libertad González presentarán hoy formalmente su dimisión como concejales de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Gijón tras una tensa asamblea en la que la dirección dio traslado a los militantes del acuerdo alcanzado con IU de Asturias para convocar el 26 de septiembre la elección de un nuevo coordinador local. Los ediles consideran que este llamamiento se plantea para una fecha demasiado tardía y creen que no se han satisfecho sus demandas, que pasaban por la inmediata dimisión de Marcos Muñiz y Francisco Santianes de sus respectivos puestos de coordinador y secretario de Organización, por lo que han hecho firme el anuncio realizado ya el 24 de junio de dejar sus cargos institucionales. Hoy presentarán en el registro municipal su renuncia.
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El grupo municipal de IU se quedará por tanto de forma provisional con un único concejal, el actual portavoz Francisco Santianes, a la espera de que se den los pasos necesarios para sustituir a los ediles dimisionarios. De acuerdo con el orden de la candidatura presentada a los comicios municipales de 2011, deberían ser cubiertos por la profesora universitaria Natalia Tielve y por el sindicalista Juan Sánchez, exsecretario comarcal de CC OO en Gijón. Si desde el entorno de la primera se asegura desde hace días que no tiene intención de tomar el testigo de los concejales que abandonan la Corporación, el segundo dejó claro ayer en la propia asamblea de IU que él en ningún caso aceptará un acta «a la que ya renuncié por escrito en junio de 2011». Dado que Alberto Cabello Thomas, quien ocupó el siguiente puesto en representación de Los Verdes y ahora forma parte de Equo, ya anunció también su rechazo a asumir una de las concejalías, la próxima palabra la tendrán Cristina González Suárez, representante sindical en las fundaciones municipales, y Cristina Tuya Amenedo, que fue gerente de la Empresa Municipal de Vivienda cuando Santianes estuvo al frente de esa concejalía.
Tres horas de reproches
La de ayer era la continuación de la asamblea del 24 de junio, que había sido convocada inicialmente para analizar los resultados de IU en las últimas elecciones europeas y que tuvo que suspenderse por el cierre del centro municipal donde se celebraba, dejando en el aire la dimisión planteada en la misma de Espina y González, que aceptaron esperar a que concluyera la convocatoria para adoptar una decisión definitiva. Ayer fue el coordinador regional, Manuel González Orviz, el encargado de iniciar la sesión, y lo hizo pidiendo «revertir la situación» y trasladando a los presentes la propuesta acordada con la dirección local para convocar la elección del nuevo coordinador local para el 26 de septiembre, «garantizando la pulcritud del proceso». Orviz dejó claro que en esta crisis «no hay ningún conflicto político de ideas ni de objetivos» y lamentó la imagen que está dando el partido al exterior, por lo que pidió «no trasladar nuestras debilidades orgánicas al ámbito institucional».
Tras su intervención dieron comienzo casi tres tensas horas de reproches entre los dos sectores, lanzados de viva voz tanto por militantes de base como por miembros del consejo político. Mientras los afines a Espina pedían de forma reiterada la inmediata dimisión de Muñiz y Santianes como única salida a la crisis, quienes apoyaban al coordinador acusaban al exportavoz municipal de «haber sido incapaz de asumir el papel que le tocaba en esta bicefalia» y de «cambiar de enemigo continuamente», haciendo referencia tanto a la crisis que supuso la marcha del anterior coordinador, Jesús Montes Estrada, como a supuestas desavenencias con la propia Libertad González «porque se reunía con los concejales del PSOE».
Hubo críticas al polémico artículo contra Espina publicado por Santianes en EL COMERCIO, y que según Javier Suárez Llana «fue escrito por diferentes manos»; continuas alusiones a una amenaza de dimisión -entonces no era aún efectiva- que según Adrián Arias «no es más que un chantaje político»; reproches que hacían mención a «ausencias sistemáticas» de las reuniones de los órganos de dirección; intervenciones que, señalando a Santianes, atribuían el problema «a que dejamos de ser el hermano pequeño del PSOE, y algunos estaban muy cómodos siéndolo»; e incluso alusiones a la imputación del exportavoz del partido en la Junta General, Ángel González y la situación interna que viven tanto CC OO de Gijón como IU de Asturias.
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Espicha en El Candasu
En uno de los últimos turnos Francisco Santianes aseguró que, cuatro meses después de las elecciones de 2011, Jorge Espina «convocó a 40 o 50 militantes a una corderada en Granda para ver cómo se cargaba a Churruca». Según explicó, tras la marcha del excoordinador él mismo le propuso al concejal «dar un paso adelante» y asumir ese cargo, algo que rechazó para a continuación iniciar la recogida de avales para una candidatura «en la que no estábamos ni Ana Castaño, ni Gabriel Murillo Cárdenas, ni Francisco Santianes...». Posteriormente se llegaría a una lista de consenso encabezada por Marcos Muñiz. «Qué casualidad que ahora que pierde la mayoría en el consejo político, convoca otra espicha en El Candasu. ¿Eso es buscar la pluralidad? ¿Es hacer organización?», preguntó antes de destacar que «en año y medio hemos tenido tres crisis, y las tres las provocó la misma persona».
Marcos Muñiz recordó que «hace sólo tres meses» el consejo político aprobó por unanimidad el balance de trabajo de la dirección y aseguró que su equipo «no se va a ir hasta que la militancia vote en un proceso reglado».
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