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Jorge Espina se dirige a los asistentes a la asamblea de IU del pasado martes 24 de junio. Desde la mesa escuchan Marcos Muñiz y Francisco Santianes.
Izquierda Unida se divide en dos

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Jorge Espina y Libertad González presentaron su dimisión como ediles en la reunión y esperan la contestación de los órganos de dirección

Marco Menéndez

Martes, 1 de julio 2014, 00:26

En Izquierda Unida de Gijón hay dos facciones claramente enfrentadas y así quedó reflejado durante la asamblea que la formación celebró el martes de la pasada semana en el salón de actos del Centro Municipal Integrado de El Coto. Y parece que todos tienen claro que los problemas vienen de lejos, aunque las cartas publicadas en EL COMERCIO por Jorge Espina -concejal que ha presentado su dimisión- y Francisco Santianes -edil, actual portavoz municipal y secretario de Organización- fueran el detonante.

La dirección regional de la coalición mostró a IU-Gijón su preocupación por la situación creada y así se reflejó en una carta remitida desde Oviedo y que Francisco Santianes leyó al inicio de la reunión. En ella, los líderes regionales expresaban su «preocupación por el tono que están cogiendo los acontecimientos y por el proceso de desencuentro que estáis viviendo».

La dirección regional mostró su decepción por no haber recibido respuesta de los responsables gijoneses a una petición de reunión formulada jornadas atrás. Además, ante lo que tildó como «daños personales» y «descalificaciones», hizo un llamamiento a «la cordura y al entendimiento para no precipitar decisiones», así como para «rebajar la tensión y reparar los daños, con el fin de que se favorezca al partido y al grupo municipal».

Pero no parece que en Gijón haya sintonía con la dirección regional, pues, una vez leída la carta, el propio Santianes espetó que «la dirección general puede asistir a nuestras asambleas. No creo que Cayo Lara nos tuviera que pedir permiso. Es más, deberían asistir a las máximas posibles. Además, si nos llaman a nivel regional, no tendríamos ningún problema en asistir».

Es decir, parece que desde IU Gijón ya se trató de desactivar esa llamada a la concordia formulada desde Oviedo, con lo que hay dos claros conflictos; uno, con la dirección regional y otro, a escala local.

«La dirección no servía»

El coordinador de la coalición en Gijón, Marcos Muñiz, fue el primero en apuntar que los problemas no se habían generado «con unos artículos, sino que hubo un grupo de compañeros que hace un año entendieron que la dirección no servía», en clara referencia a una supuesta espicha en la que se habría tratado de organizar un movimiento interno para cambiar la dirección de IU en Gijón, lo que la otra facción negó. Y relató que hubo críticas a la dirección de los órganos autonómicos, la deslegitimación del coordinador local, varios artículos y «acabó saltando la chispa».

Pero, ¿cuál es ese enfrentamiento? Parece que por un lado están el coordinador local y el secretario de Organización, junto con gran parte del Consejo Político, y por otro, los concejales dimisionarios Jorge Espina y Libertad González, además de una buena parte de militantes de base. Espina y González hablan de «cacería humana», con descalificaciones personales y graves acusaciones a los responsables políticos de la coalición, a pesar de que apuntaron que «discrepancia hasta hace quince días no hubo ninguna».

El caso es que el 7 de junio de 2014, una carta de Santianes acusaba a Espina de desestabilizar a la organización, hacer mal uso de su liberación y de no asistir a reuniones y asambleas del partido. «Infamia», «miseria», «vergüenza», «tomadura de pelo» e «insoportable» fueron algunos de los calificativos empleados por el exportavoz municipal, mientras que Libertad González habló de falta de comunicación con la dirección, de haberse olvidado de la democracia, aferrarse al sillón y de no recibir documentación para realizar su trabajo en el grupo municipal.

Sin sincronización

Por supuesto, en las intervenciones hubo quienes les apoyaron, con adjetivos de «demoledor» o «brutal» para el artículo firmado por Francisco Santianes, pero varios fueron los miembros del Consejo Político que defendieron la postura de la actual dirección y, en especial, al coordinador local, Marcos Muñiz. Es más, se calificó de «bajeza» la actitud de Espina y González con el coordinador y se criticó que los concejales dimisionarios no aceptaran «sincronizarse» con la dirección del partido. Además, se acusó a Espina de iniciar el enfrentamiento con una carta publicada en estas páginas el 4 de junio, en el que decía que «está 'fartucu' de las organizaciones». También se le acusó de actuar con una «concepción monárquica, elitista», y le achacaron pensar que «los órganos sirven para ponerme de candidato y después hago lo que quiero».

Pero esa asamblea todavía no terminó. La segunda sesión tendrá lugar el jueves, a partir de las 18.30 horas. Destacados militantes, como Ángeles Pollo, Tony Hevia, Manuel Couto, Aurelio Martín o Juventino Montes llamaron a la concordia y a la necesidad de aparcar las decisiones, iniciar un diálogo entre las partes y llegar a una solución que permita a la organización seguir creciendo. El problema es que la dirección de IU propone una asamblea para renovar los cargos el próximo septiembre, mientras que gran parte de la militancia aboga por un procedimiento mucho más inmediato. Entre tanto, las dimisiones como concejales de Jorge Espina y Libertad González están presentadas ante una asamblea que aún no ha concluido.

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