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I. V. / AGENCIAS
Viernes, 20 de junio 2014, 00:48
El exportavoz del grupo municipal de IU, Jorge Espina, justificó ayer su dimisión como miembro de la presidencia colegiada de la organización por la «tomadura de pelo» a la que, en su opinión, se está sometiendo a los militantes de Gijón. La marcha de Espina de este órgano supuso un nuevo paso en la crisis abierta en el partido hace ya dos semanas y que el miércoles se escenificó en una rueda de prensa convocada por el coordinador local, Marcos Muñiz, y el secretario de Organización, Francisco Santianes, en la que explicaron a los medios su propuesta de adelantar el relevo en la dirección del partido, una hora antes de comunicárselo a la propia presidencia colegiada. «Me pareció todo surrealista», dijo el concejal, quien el miércoles estuvo presente en ese encuentro de Muñiz y Santianes con los medios. Espina se preguntó si se puede considerar democrático el modo de proceder de los dos dirigentes, al dar a conocer a la prensa una decisión tan importante antes de presentarla al resto de miembros de la dirección.
El concejal aseguró que la convocatoria de esa rueda de prensa fue la gota definitiva para tomar la decisión de abandonar la presidencia colegiada, si bien el motivo de fondo es la negativa de la dirección local de convocar una asamblea extraordinaria en los términos planteados por Espina. Junto a él se fueron otros tres miembros de la presidencia: Javier Cortina, Generosa Tamargo y Alejandro Jardón. En el órgano permanecen solo ocho de sus doce integrantes.
En lo que respecta a la propuesta de los dirigentes locales, Espina recordó que el consejo político regional ya había acordado que los coordinadores locales sean designados a través de la elección directa de los militantes. Y añadió que esa decisión de la dirección de IU de Asturias contó con los votos en contra, entre otros, de Muñiz, Santianes y Gloria Fernández, coordinadora de áreas de IU de Gijón y que también tuvo voz en la polémica rueda de prensa del miércoles. De hecho, remarcó que la iniciativa recibió el apoyo del 90% del consejo político regional y solo ocho votos en contra, «todos de representantes de Gijón».
Frenar el crecimiento
Espina consideró que el partido atraviesa ahora mismo «la crisis mas profunda desde la dimisión de Jesús Montes Estrada» y advirtió de que dejar que la situación «madurando cuatro meses más» solo servirá para empeorarla. Con respecto a su renuncia a la portavocía municipal, reiteró que optó por poner su cargo a disposición de la asamblea de IU al sentirse incapaz de seguir desarrollando su labor con ilusión. En su opinión, no es comprensible que otros que «siguen amarrados a unos cargos» no hayan hecho lo mismo. Lamentó, además, que cada vez que el partido tiene posibilidades reales de crecer en la ciudad haya gente que se empeñe en «fastidiarlo desde dentro».
En lo que respecta a su continuidad como concejal, indicó que esperará a escuchar a los militantes en la asamblea convocada para el martes, que tiene como asuntos centrales el debate de la propuesta de la dirección federal de IU sobre la realización de primarias abiertas para elegir al candidato a los comicios municipales y el análisis de los resultados de las pasadas elecciones europeas. En opinión de Espina, este orden del día es una «muestra de ceguera política» por dejar al margen la búsqueda de una solución a la crisis interna del partido y optar en cambio por valorar los resultados de una convocatoria electoral que tuvo lugar hace casi un mes. En la última reunión del consejo político local se aprobó, con 21 votos a favor y 11 en contra en un órgano integrado por 50 personas, un documento muy crítico con el proceso de elección de la candidatura al Parlamento Europeo, que, según criticó la dirección, contó con el apoyo de Espina.
Para el exportavoz municipal la clave para resolver la crisis está en la renovación de cargos, por lo que no cree conveniente esperar a septiembre para iniciar el proceso, «porque mientras seguiremos cociéndonos en nuestra propia salsa, con una dirección autista». Sobre el llamamiento a la calma de Marcos Muñiz, señaló que «en el ánimo de los que presentamos la dimisión no está caldear el ambiente», al tiempo que recordó que fue el secretario de Organización quien le acusó a él en un artículo publicado en EL COMERCIO de «desestabilizar» el partido.
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