Espina entrega en el registro su renuncia a ser portavozde IU, en presencia de Libertad González.

«Dejo la portavocía porque me veo incapaz de explicar a los ciudadanos qué pasa en IU»

«Pretenden silenciarme. En los dos años que Marcos Muñiz lleva como coordinador, nunca he hablado en ningún acto público de IU en Gijón»

IVÁN VILLAR

Viernes, 13 de junio 2014, 01:02

Tres años y un día después de debutar en el Ayuntamiento como portavoz de Izquierda Unida, Jorge Espina presentó ayer su renuncia a este cargo como consecuencia de la crisis abierta en su partido. El edil ha dado este paso atrás después de que el miércoles no recibiera el respaldo del consejo político a su demanda de una asamblea extraordinaria en la que se dé a los militantes la posibilidad de opinar sobre la situación creada en la organización. Seguirá como concejal, aunque renuncia también al dinero que recibía a cambio de su dedicación exclusiva, pues desde el lunes compatibilizará su actividad política con su trabajo de profesor de secundaria.

Publicidad

-¿Cuándo decidió que iba a dejar la portavocía?

-Cuando el sábado Francisco Santianes publicó en EL COMERCIO un artículo en el que me atacaba personalmente. La crítica política es legítima, pero las humillaciones públicas y el linchamiento al que desde ese día me sometieron personas que se denominan compañeros y que se esconden detrás de los aparatos del partido me pareció repugnante. Desde ese momento tuve claro que si el consejo político no convocaba una asamblea extraordinaria, pondría mi cargo a disposición de la militancia.

-¿Es una decisión irrevocable?

-Lo será hasta que los militantes de Gijón puedan decidir. Quiero que nos reunamos en una asamblea y que sean ellos los que digan si entienden algo que yo soy incapaz de entender. Abandono la portavocía porque soy incapaz de poder explicar a los ciudadanos qué es lo que pasa en IU.

-¿Qué se debe preguntar en concreto en esa asamblea?

-Si consideran que es presentable que un secretario de Organización, con el beneplácito del coordinador general, se dedique durante toda una semana al ataque público al portavoz municipal, y a dos de los tres concejales del grupo. Yo no lo acepto. Si los militantes lo aceptan, entonces sí que abandonaré definitivamente la línea política. Y si no, considero que quien se tiene que ir es quien lo ha hecho. Yo no estoy amarrado a ningún sillón y no entiendo que haya gente que no pone sus cargos a disposición del conjunto de la militancia.

-¿Dejaría entonces la concejalía si esa asamblea no le respalda?

-Sí, por supuesto. No permanecería ni un segundo más en algo en lo que no crea. Vine a representar institucionalmente a IU con toda la ilusión del mundo, algo que hoy no tengo. Y no podría seguir si no creo en las formas de hacer política ni en los comportamientos de determinadas personas.

Publicidad

-En cualquier caso, el consejo político ha rechazado convocar la asamblea. ¿Qué opción le queda?

-Un grupo de compañeros valoraremos la posibilidad de recurrir a lo que contemplan los estatutos, que señalan que con el apoyo de un 20% de los militantes se puede forzar esa convocatoria. Lo que es una falta de coherencia es que un partido que pide dar la palabra a los ciudadanos para elegir al jefe de Estado niegue a sus propios militantes la participación ante la mayor situación de crisis que se ha producido en la organización en los últimos años.

«Que hablen los militantes»

-En el consejo político está en minoría...

-Sí, me siento minoría. Pero creo que buena parte de los problemas que se están planteando es precisamente que los que creemos que somos mayoría no estamos representados mayoritariamente en ese órgano. En todo caso tendrán que ser los militantes quienes determinen quién es mayoría y quién minoría. Y para eso no deben estar secuestrados detrás de ninguna presidencia. El coordinador general y el secretario de Organización se parapetan detrás de un órgano donde seis personas impiden dar la palabra a los más de 400 militantes de IU.

Publicidad

-¿Santianes le trasladó en alguna ocasión el malestar que trasluce su crítico artículo en EL COMERCIO?

-Nunca. Si me lo hubiera dicho le habría contestado. Y soy incapaz de entender cómo alguien que me acusa de desestabilizar no me exigiera que pusiera mi cargo a disposición del partido. Entrego el acta de portavoz sin que nadie me lo pida. Lo lógico hubiera sido que si hay compañeros que dicen que desestabilizo, que hago chantajes a la organización y que juego a anticiparme a no se qué primarias, me exijan la dimisión. Pero no lo han hecho.

-Marcos Muñiz asegura que en la relación entre el ámbito orgánico y el institucional, esto es, entre el partido y el grupo municipal, «a veces surgen fricciones».

-En cuanto a criterios políticos, no. Todas las decisiones importantes, como presentar una moción de censura o votar en contra de los presupuestos municipales, fueron avaladas por la asamblea. Lo que se planteó en el consejo político es la dificultad que tiene cualquier organización política cuando se produce una bicefalia. En Gijón, ese modelo de dirección compartida se puso en marcha, entre otras razones, por la decisión personal de este concejal, que entonces dijo que no quería ser coordinador general, precisamente para facilitar que hubiera una pluralidad de voces en IU. Lo que sí es paradójico es que se pretende silenciar al portavoz municipal. En los dos años que Marcos Muñiz lleva como coordinador, nunca he hablado en ningún acto público del partido en Gijón.

Publicidad

-¿Ha organizado reuniones al margen de la organización en busca de adhesiones, como dice Santianes?

-No. Lo niego categóricamente.

-¿Y ha realizado algún movimiento para recabar apoyos de cara a entrar en la lista electoral de 2015?

-Ninguno.

-¿Cómo cree que afectará esta crisis al partido?

-Transitamos por el camino más corto para el suicidio político de IU. Damos un espectáculo lamentable.

-¿Se imagina fuera de IU?

-No.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3 meses por solo 1€/mes

Publicidad