La plantilla de Armón exige medidas de seguridad para evitar más víctimas

Los trabajadores del astillero Armón, donde el pasado viernes falleció Agustín Garrido, un ayudante tubero de 30 años, realizaron ayer una jornada de paro y se concentraron ante el Ayuntamiento de Gijón para recabar el apoyo de los grupos municipales ante lo que califican «malas condiciones de seguridad» en las que trabajan y que ya ha causado la muerte de dos personas.

Una representación de la plantilla se reunió con el portavoz de IU, Jorge Espina, quien calificó de «intolerable» la situación desde que reabrió el astillero, pues «se trabaja a costa de la vida y la seguridad de los trabajadores, en unas condiciones propias del siglo XIX». Espina indicó que se pondrá en contacto con el resto de los grupos municipales para trasladar a Armón la necesidad de mejorar la seguridad.

Iván Jurado, representante de los trabajadores, explicó que en el astillero «la seguridad brilla por su ausencia», al tiempo que denunció coacciones a la plantilla por parte de la empresa. Andamios precarios, falta de mangueras de ventilación, cables por el suelo, la inexistencia de protocolos de rescate y medidas preventivas o el botiquín cerrado son algunas de las deficiencias denunciadas por los trabajadores, que llevaron esa situación a la Inspección de Trabajo. Además, según indicó Jurado, el forense habría confirmado a la familia del trabajador fallecido que la causa de la muerte fue «asfixia», lo que «se habría evitado con explosímetros y extractores de ventilación», apuntó Manuel Cuesta, otro de los trabajadores.

Gil Manuel da Costa, de CC OO, y Cándido González Carnero, de la CSI, exigieron a la empresa que «invierta en seguridad» y recuerdan que ya se han presentado más de medida docena de denuncias contra la situación en el astillero, ya que, según apuntaron, «se producen accidentes de importancia casi todos los días, al tiempo que incumplen el convenio colectivo y atemorizan a la gente con despedirlos».

Por su lado, un portavoz de Armón aseguró a EL COMERCIO que mantienen la hipótesis de que el trabajador sufrió un ictus y que ya se había sentido indispuesto la mañana del accidente. Además, en Armón apuntan que realizaron mediciones en el tanque del buque donde se produjo la muerte de Agustín Garrido y no se detectaron gases. De todas formas, Armón hará público el correspondiente informe una vez concluya la investigación interna que está realizando sobre este caso.