El Ayuntamiento de Gijón plantea a Costas el trasvase de arena desde el Piles al Tostaderu

Con junio a doce días vista, la reunión del 'Observatorio de la Playa' que ayer presidió la alcaldesa puso de manifiesto diversas incertidumbres sobre cómo va a ser recibida la temporada estival.

En lo referido a la posibilidad de aportar arena al 'Tostaderu', procedente del cauce del río Piles, no faltaron críticas a la Demarcación de Costas, «que un día dice una cosa y al día siguiente la contraria», en palabras del concejal socialista Javier Barro. Más decidido parece el apoyo a la instalación de 140 casetas (el número máximo propuesto por Costas), impulsada por el equipo de Gobierno municipal tras su particular consulta ciudadana -, entre la oposición de la Federación de Vecinos de la Zona Urbana y escasa definición de los grupos políticos.

Lo más urgente, como es obvio, es decidir si procede o no trasladar arena para cubrir algunas piedras descubiertas en la zona del 'Tostaderu'. Costas se había opuesto drásticamente, aunque ayer el concejal popular Manuel Pecharromán sembró algunas dudas sobre si la Alcaldía «tergiversó» en su momento el parecer de la Administración del Estado. El caso es que ahora la Demarcación de Costas, que habitualmente no participa en el Observatorio de la Playa, estaría «encantada», según Pecharromán, en mejorar San Lorenzo, incluida la aportación de arena, siempre que se compruebe previamente que la arena disponible está libre de contaminación.

El geólogo de la Universidad de Oviedo Germán Flor consideró ayer obvia esa exigencia y dijo que, aunque la temporada más típicamente estival se encuentra muy próxima, «en dos o tres días» se podría ejecutar la actuación ideada, que consiste en recoger la arena acumulada en el cauce del Piles para depositarla sobre las piedras que ahora ocupan el Tostaderu, pero sin retirar éstas, ya que pueden contribuir a fijar el arenal y evitar, por lo tanto, que la arena sea llevada por las mareas.

Con las cosas así, el equipo de Gobierno municipal informó ayer de que la alcaldesa solicitará autorización a la Demarcación de Costas para mover esa arena, así como las condiciones en que, en su caso, debería realizarse la operación. Todo apunta a que el Ayuntamiento está dispuesto a correr con los gastos del aporte, así como de hacer las catas necesarias para comprobar que la arena está en las condiciones adecuadas. No obstante, será Costas la que diga qué es lo que hay que hacer, aunque no tendría ningún sentido que lo haga si no es rápido.

Sobre la instalación o no de las tradicionales casetas este año, en el Observatorio de la Playa «no hubo debate», según Pecharromán, porque la alcaldesa anunció que se solicitará el número máximo que Costas considera admisible, es decir, 140. En la consulta a los gijoneses que realizó a través de su web el resultado fue de un 82% de los votos (205 en total) a favor y un 18% en contra de las casetas.

La nota de prensa del equipo de Gobierno municipal informó tras la reunión de que «la mayoría de los integrantes -del Observatorio- no se oponen a la colocación», pero cita el rechazo explícito de la Federación vecinal de la zona urbana, cuya presidenta, Tita Caravera, dijo que «el año pasado la playa estaba atiborrada y había 50 casetas. Sobre todo, en marea alta, la falta de espacio es grande y no podemos sacrificar a la mayoría por el bien de unos pocos. Si las casetas son un símbolo, los símbolos cambian, pero debemos dar prioridad a la toalla sobre la caseta».

A más largo plazo, el Observatorio de la Playa quiere abordar ya en septiembre las medidas para el próximo año, con el aporte previsto en la Declaración de Impacto Ambiental de la ampliación de El Musel como telón de fondo. Al parecer, desde hace dos años nadie busca arena igual a la de San Lorenzo, pero Germán Flor advirtió ayer de que lo más probable es que aparezca, «no muy lejos de la bahía».