Victoria para Nacho Castro en su estreno como entrenador

¿Dónde juega Nacho Castro este año? «Lo dejé en mayo. Ya soy un viejo», explica el avilesino, que sigue ligado al fútbol. «En el Guíxols me preguntaron si me apetecía entrenarles y después de jugar un año aquí, pues creo que es el momento de dejarlo y dar ya el paso», mantiene uno de los futbolistas salidos de la cantera de La Toba con más carisma. Le pica el gusanillo de meterse en los rondos, pero tampoco debe hacerlo «porque entonces no puedes corregir, es otra dinámica, otra mentalidad». Su objetivo: seguir ligado al fútbol. Comenzó en benjamines en la cantera del Avilés y ahora, con 38 años cumplidos del 30 de junio, se ha pasado al otro lado, al de los entrenadores.

Ha recorrido toda España (Barcelona, Coruña, Murcia, Logroño, Eldense, Lanzarote, Avilés...) con las botas en la maleta como único argumento, pero labrándose también un futuro lejos del fútbol. En Lanzarote, donde coincidió con Mendilibar, sacó el título nacional, y fue también en la isla donde empezó a trabajar en Prevención de Riesgos Laborales. Ahora entrena al Guíxols de Primera Catalana y trabaja en la estación de trenes de Tarrasa, que está en construcción.

-Buen debut. No está mal ganar 3-0 en el primer partido en el que se sienta en un banquillo después de dejar el fútbol.

-Sí. Tremendo. Me expulsaron, así que... (risas). Tengo que controlarme más. Estaban cosiendo a patadas a nuestro mediocentro y al jugador de banda y al final protesté un poco y levanté los brazos y al árbitro no le gustó. Me echó en el minuto 70.

Sigue siendo el mismo bromista que revolucionaba todos los vestuarios por los que pasaba. «En el fútbol está todo inventado», explica el avilesino, que bromea sobre el cambio de rol que ha afrontado: «Los dos últimos años el Guíxols lo pasó mal, salvándose en el último partido. Además, para esta temporada bajaron el presupuesto y ¿a quién iban a llamar? (más risas)».

Un equipo corto

Ya más serio, reconoce que está encantado con esta nueva faceta. «Hay muy buen ambiente y el equipo es una piña. Tenemos un equipo veterano atrás y con mucha velocidad en las bandas y arriba. Lo único que pedí es que lo que prometiesen que lo cumplieran, el resto depende de nosotros».

Por ahora el Guíxols empezó con victoria (3-0) ante el Vilassar de Mar, en San Feliú. Y según Nacho Castro, el equipo «me sorprendió un poco, porque no falló en nada. Lo hizo todo muy bien. La gente está comprometida, aunque tenemos un problema que es que sólo hay 14 jugadores, pero vamos a ir partido a partido y al final veremos qué tal sale todo».

Para él se acabó el fútbol como jugador y empieza la vida deportiva como entrenador. «Echaba de menos la dinámica de entrenar», mantiene el avilesino, para el que «ahora el fútbol es una manera de desconectar y de seguir ligado al fútbol, pero la familia para mí es muy importante y por ahora no he ido a ver ningún equipo rival».