Un aniversario en imágenes

Mieres, mayo de 1919. La Corporación municipal, encabezada por el ilustre Manuel Llaneza, aprueba la creación de una biblioteca para contribuir a la divulgación de la cultura entre todos los mierenses. Seis meses después, se inaugura el primer centro de este tipo, en los bajos de la actual Casa Consistorial, donde también se ubicaba la cárcel. Su presupuesto anual, 500 pesetas de entonces; sus lectores, 234 en el primer mes.

De eso ya han pasado 90 años y la biblioteca -denominada Vital Aza en honor del conocido escritor- no está en la Casa Consistorial, sino en las dependencias de la antigua Escuela de Capataces -hoy convertida en la Casa de Cultura Teodoro Cuesta-. También ha cambiado su presupuesto, mucho más significativo, y sus usuarios: más de 12.000 en el último año. Pero esto sólo es una muestra de las diferentes etapas que ha vivido este centro de lectura que sólo permaneció cerrado durante la Guerra Civil. Hoy es epicentro de una importante red de bibliotecas que se extiende por todo el concejo.

Para reflejar su trayectoria, y, además, conmemorar el 90 aniversario, la biblioteca ha decidido tirar de archivo y fondos para mostrar su historia a través de las imágenes de ayer y hoy. No ha sido fácil, tal y como explica la concejala de Cultura, Diana González: «Nuestra idea era contar estos noventa años de la forma más gráfica posible. Para ello, nos servimos del Archivo Municipal de Mieres, así como de los documentos gráficos que se guardaban en la biblioteca». El trabajo fue posible gracias al trabajo de las bibliotecarias Carmela González y Elena Losa, quienes 'bucearon' literalmente por los fondos municipales para encontrar lo que ahora se muestra en la exposición.

La colección está estructurada en las diferentes etapas históricas que vivió la biblioteca. Así, se muestran documentos como actas, una memoria manuscrita del bibliotecario e, incluso el primer documento del centro de lectura. Corresponde a su primera época, la de 1919, aunque las instalaciones culturales no durarían mucho en los bajos del Ayuntamiento. A los pocos años, concretamente en 1934, la biblioteca se volvería abrir en un nuevo local situado en la calle de Joaquín Costa.

Pero estalló la Guerra Civil y, con ella, la depuración de libros, un proceso destacado por la concejala, quien señaló que la biblioteca «casi se fue al garete». Se evitó gracias a la labor de los bibliotecarios y un grupo de voluntarios. «Consiguieron recuperar muchos libros que se habían desechado por considerarlos rojos o inadecuados», añade González.

Una vez terminada la contienda, la biblioteca volvió a abrir sus puertas y estrenó nuevo local en la calle de Onésimo Redondo. Ésta tampoco sería su ubicación final, ya que, 18 años más tarde, volvió a trasladarse al edificio que hoy acoge el colegio Aniceto Sela, donde permanecería hasta 1985. Es entonces cuando se decide el traslado de los fondos a la Escuela de Capataces, ubicación final de la biblioteca. Aun así, ésta pasará por tres etapas más, debido a las sucesivas reformas del centro. La última, hace tan sólo dos años.

Programación

La exposición tan sólo es una muestra de lo que tiene preparado la Concejalía de Cultura para celebrar su aniversario. La muestra volverá a abrirse del 16 al 30 de junio. Además, en noviembre, se celebrará un acto institucional y una mesa redonda. Asimismo, la Concejalía prepara un evento que «tendrá continuidad en el tiempo. Por el momento -dice González-, no podemos desvelar mucho más, ya que todavía está 'cocinándose', aunque será el final perfecto para esta celebración». El epílogo de la fiesta.