Borrar
Cuatro peregrinos alemanes a su llegada al albergue de Sebrayo. / TERRY BASTERRA
El descanso del peregrino
Villaviciosa

El descanso del peregrino

El albergue de Sebrayo, con 14 camas, es el único en el concejo de Villaviciosa en el que los caminantes que se dirigen a Santiago pueden pernoctar sin pagar

TERRY BASTERRA

Lunes, 20 de octubre 2008, 11:49

Una de las muchas estampas que llaman la atención del que mira Villaviciosa con los ojos de un recién llegado es la presencia de peregrinos que se dirigen a Santiago de Compostela. Quizás no muy abundante, pero sí constante durante los meses de primavera, verano y otoño. Esto se debe a que una de las rutas utilizadas por los peregrinos para llegar la ciudad gallega atraviesa el concejo de Villaviciosa. es el conocido como Camino del Norte o de la Costa. Un viaje, tanto físico como personal, que en su paso por Asturias se divide en once etapas.

En su caminar por el concejo maliayo los peregrinos pueden dormir en el albergue de Sebrayo. Un edificio que antiguamente albergaba una escuela, pero que desde hace 10 años sirve de refugio a los habitantes del camino. El inmueble tiene dos plantas pero sólo está habilitada la de abajo para el uso de los peregrinos. Dispone de 14 camas distribuidas en 7 literas. Los caminantes tienen a su disposición una cocina y los utensilios necesarios para prepararse la comida que ellos mismos la comida que traigan.

Sonia Pérez es, como ella dice, la hospitalera del albergue. La cercanía de sus casa con el refugio le hizo hace una década decidirse por atender a los peregrinos que deciden pernoctar en Sebrayo. En estos años ha visto pasar por a centenares de personas por la casa como atestiguan los libros de registro de peregrinos.

«Por aquí pasa mucha gente, aunque este año he visto muchos más extranjeros que españoles. Alemanes, checos, polacos, incluso algún chino, pero sobre todo franceses», recuerda la hospitalera, quien afirma que lo que más le gusta de la labor que desempeña «es conocer a personas de otras culturas».

Habilitado hace 10 años

El local donde está el albergue pertenece al Ayuntamiento de Villaviciosa que paga la luz y el agua, aunque fue la Consejería de Cultura del Principado la que dio el dinero para habilitarlo hace 10 años.

Sonia Pérez es de la opinión que habría que ampliarlo reformando el piso superior del edificio y habilitarlo dado que sus 14 camas se quedan cortas en los meses de verano, más aún teniendo en cuenta que el 2010 es año xacobeo y se prevé una avalancha de peregrinos. Además «convendría arreglar todo el piso de abajo que en estos 10 años se ha ido deteriorando», apunta Pérez.

«El día que más gente pasó la noche aquí había 45 personas. Como todos no entraban en las camas, muchos durmieron en el suelo, pero también hubo quien prefirió pernoctar en el prado», recuerda Sonia Pérez con una sonrisa.

Una de las anécdotas de este verano fue una chica alemana que estaba haciendo el camino a lomos de un burro. Otra fue una pareja que le pidió que les dejase pasar la noche y ducharse a pesar de que no estaban realizando el camino, algo que las normas del albergue no permiten. «Para dormir hay que presentar una credencial sellada que demuestre que se es peregrino. Aquí no se cobra nada, solamente se aceptan donaciones que se invierten en comprar mantas o utensilios de cocina nuevos», aclara la hospitalera.

Respecto a la posibilidad de reservar cama, eso es algo que en el albergue de Sebrayo no se da. Aquí primero tienen preferencia los que vienen andando, después los ciclistas, tercero los que vienen montados a caballo y, por último, los coches de apoyo», explica Sonia Pérez.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio El descanso del peregrino