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Miles de romeros esperan la salida de la Virgen de Riegla en el campo de La Garita . / S. RUBIO
3.000 romeros danzan con La Regalina
Occidente

3.000 romeros danzan con La Regalina

La 77 edición del tradicional encuentro vaqueiro en honor a la Virgen de Riegla fue ayer el escenario en el que vecinos y romeros reclamaron mejoras para la fiesta y el concejo de Cadavedo

SABINA RUBIO

Lunes, 1 de septiembre 2008, 04:23

La localidad valdesana de Cadavedo se vistió ayer de «gala y asturianía» para acoger, como cada último domingo de agosto desde hace 77 años, la popular fiesta creada por el Galo Antonio Fernández, más conocido como el Padre Galo, en homenaje a la Virgen de Riegla, como tradicionalmente se conoce al festejo.

La Regalina es una de las fiestas más multitudinarias del Occidente asturiano, y una «muy importante tradición en Valdés», recordó Xosé Manuel Fernández, pregonero del festejo. Según estimaciones de Protección Civil, más de 3.000 personas se dieron cita ayer en el campo de La Garita para participar en «la mayor cita de exaltación de asturianía». Así definió el alcalde de Valdés, Juan Fernández Pereiro, a este encuentro anual, quien no se olvidó «de conmemorar la figura sumamente importante del Padre Galo en este festejo».

El desfile

A ritmo de castañuelas, panderetas, gaitas y tambores, los peregrinos -niños, jóvenes y mayores cadavedanos ataviados para la ocasión con el traje típico de asturiano- salieron en procesión por las principales calles de Cadavedo. Partieron del barrio de Rapa hasta el prau de La Garita, marcando así el inicio de la jornada festiva «más antigua y significativa de la Comarca Vaqueira», en palabras del pregonero. Carros del país tirados por bueyes engalanados y cargados de los típicos postres -las alfiladas- que luego serían ofrecidos a la patrona, junto a gaiteros y grupos folclóricos de la región amenizaban el desfile hacia la capilla de la patrona de Cadavedo, la Virgen de Riegla.

Pasado el mediodía, Xosé Manuel Fernández dio inicio a la lectura al pregón, cargado de la sátira e ironía de costumbre, y en el que como cada año reclamó las mejoras para el pueblo, en concreto, para el campo de La Garita «que la petición del año pasado no se ejecutó», apuntó ante una nutrida asistencia.

«Olvidadas peticiones»

Fernández, aprovechó la presencia del alcalde valdesano para preguntar a los presentes: «¿Alcordaisbus l'outro'anu que vus fale-i d'una valla, que La Garita rudeara para txisgar meyor la playa?». Sin embargo, no hay valla, aclaró. Por otro lado, el pregonero manifestó en tono jocoso: «¡ni casu nus fixeron cun la parada l'Alsa, que sigue na routonda, muite lexus de casa ya pa'ncima nun pusierun txuces nin marquesina!».

El regidor respondió presuroso a los requirimientos y declaró que «el Ayuntamiento hará lo posible por atender las demandas de los vecinos de Cadavedo».

Más allá de peticiones y comentarios de lo acontecido en Cadavedo pasado un año, Fernández también tuvo unas palabras en recuerdo para «aquella gente que tanto le gusta esta fiesta y tanto trabajó por ella y hoy no están con nosotros».

Tras el tradicional desfile de carros del país y la lectura del pregón en 'falietsa', la fala tradicional de Valdés «que marca el inicio oficial de este festejo», los peregrinos juntaron sus manos y, alrededor de cientos de ramos engalanados de pan dulce y flores y de la Virgen de Riégala, comenzaron a bailar la Danza Prima del Ramu, creada por el Padre Galo, y posteriormente el corri corri.

Después de la solemne misa, los grupos de baile tradicional realizaron sus actuaciones en el tablao con vistas al mar y las gaitas volvieron a sonar para las más de 3.000 personas congregadas en el campo de La Regalina en una jornada de convivencia «cargada de recuerdos y devoción», explicó María López, que «por circunstancias tuve que irme de Cadavedo y vuelvo cada año para homenajear a mi Virgen y reunirme con viejos amigos que hace más de 30 años dejé aquí».

Concurso de poesía

El premio del ya consolidado concurso de poesía Fernán Coronas, que este año cumple su decimaoctava edición, recayó en Siero Rubén Dareñes, que se mostró «muy contento con este inesperado galardón que potencia la fala asturiana».

Este encuentro vaqueiro, declarado de Interés Turístico, fue fundado en 1931 por el religioso y escritor Galo Antonio Fernández, conocido como el Padre Galo.

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