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Un vecino se apea del tren donde se observa la dificultad existente para acceder desde el arcén./ P.G.-P.
Los males de un tren de altura
LA QUEJA

Los males de un tren de altura

Como David frente Goliat, los vecinos de Xivares luchan contra Feve porque los nueves trenes tienen puertas inalcanzables para los más mayores

PEPE G.-PUMARINO

Miércoles, 20 de agosto 2008, 06:22

Con los años Feve ha crecido, mucho, como sus trenes, que ahora son más seguros, más rápidos, y hasta más altos. El problema de crecer es que cada vez pones más distancia con el suelo, y ahí es donde cada día están algunos de los vecinos de Xivares, en un apeadero pensado para otros vagones de puertas más humildes.

Según relatan varios vecinos, la distancia existente en la actualidad entre las compuertas de los coches y la plataforma del apeadero obliga en algunos casos a que los usuarios tengan que gatear para poder subir al tren. Este tipo de maniobras puede ser causa de graves accidentes entre los viajeros y de manera especial para las personas mayores.

Así lo atestigua Maura Sánchez, residente en Xivares y de 77 años y que a su edad está intentando organizar a los afectados ante tamaña dificultad. «Son varias las quejas que presentamos acompañadas de las firmas de usuarios de la zona».

Precisamente ayer, esta mujer volvió a desplazarse hasta las oficinas del Feve en Gijón «donde me aseguraron que la queja había sido tramitada». Su situación le pone una crítica a un progreso, el dado a los trenes de la compañía, que antes estaban provistos de asideras para facilitar el acceso y ahora han perdido esa facilidad.

Contra ello, y desde su apeadero, Sánchez propone el acondicionamiento del arcén. Elevar los centímetros necesarios una plataforma que no pasará de los 150 metros es una obra menor a los ojos de una empresa grande, que acaba de anunciar 22 millones de inversión para conseguir que el viaje de Gijón a Navia sea 20 minutos más corto.

El problema es que, desde la compañía ferroviaria han confirmado a Maura Sánchez de que, además de Xivares, existen más apeaderos que platean los mismos problemas. Y es que, las barreras que crearon los modernos trenes levantan quejas allí donde tienen estación.

Desde los colectivos de personas con algún tipo de minusvalía trasladaron ya a la compañía la necesidad de que se proceda a adecuar los accesos a este tipo de personas. No obstante, entre los representantes de esas asociaciones ya hay quien tira la toalla y asegura que Feve se manifiesta habitualmente poco sensible a este tipo de necesidades.

Abandonar el lugar

Ante un problema como este, siempre hay dos posturas: plegarse y buscar otras alternativas personales, o montar toda una protesta. Aunque el rival sea mucho más grande. Y alto.

Maura Sánchez se ha apuntado a esta opción. Tomó la iniciativa después de verse muchas veces ante el escalón imposible. En esas «debo pedir ayuda a algún usuario para poder subirme al tren, siendo testigo de ello el personal de FEVE», comenta la activista vecinal.

La portavoz asegura incluso que esta situación ya ha provocado que algún residente en Xivares optara por abandonar la urbanización ante el impedimiento de que su marido, que padece una invalidez, pudiera utilizar el tren.

Mientras los papeles de protesta pasan por las entrañas de la compañía, algunos vecinos se están viendo obligados a elegir otros medios de transporte, a recurrir a familiares, a despedirse de un servicio público. Del otro lado, una compañía que, de momento, lo único que hace, es limitarse a recoger las quejas de esos usuarios de Xivares que se quedan en el arcén.

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