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EMOCIONANTE. El fotógrafo y aventurero Alberto Campa, posando con una de las imágenes de la exposición polesa. / PABLO NOSTI
Una experiencia compartida
SIERO Y CENTRO

Una experiencia compartida

Alberto Campa expone las imágenes de un reciente viaje desde Asturias a los países del golfo de Guinea. 'Miradas de África' puede visitarse en la Pola hasta el día 31

ÁNGEL GARCÍA

Jueves, 17 de enero 2008, 04:17

Alberto Campa, residente en Siero, se gana la vida en el sector de los viajes, pero eso no impide que él mismo se convierta en el protagonista de alguno de ellos. Es el caso de su último periplo por el continente africano, realizado durante el año pasado. Una ruta en coche que le llevó desde Asturias hasta los países del golfo de Guinea.

Toda una experiencia de vida de la que ahora se pueden contemplar las mejores imágenes en una exposición preparada por el propio Campa, con la colaboración de la Fundación de Cultura del Ayuntamiento de Siero, que permanecerá abierta en la Casa de la Cultura de Pola de Siero hasta el 31 de enero. Con el título 'Miradas de África', se puede visitar de 17 a 21 horas. La muestra estuvo con anterioridad en Gijón y, una vez que finalice en Siero viajará a Pola de Laviana.

Las fotografías de formato grande suman un total de treinta y se pueden adquirir copias por tres euros, una forma de colaborar con Unicef, institución a la que irán a parar los beneficios recaudados. En ellas, el espectador recorre parte de los poblados de las diecisiete tribus en las que Campa se adentró, pertenecientes a países como Marruecos, Sáhara Occidental, Mauritania, Benin, Togo o Senegal.

«En África todo es sorprendente», afirma Campa, «desde los paisajes a las personas, aunque lo que recuerdo con más cariño son los niños y su empeño en tener una infancia, a pesar de los problemas». Y muchos de esos pequeños se ven en las fotos de la exposición, como una pareja de gemelos de la tribu de los Senufa, con los que Campa posa sonriente.

En los 20.000 kilómetros que abarcó en su expedición, sin patrocinios externos y con la única ayuda de una brújula la mayor parte del trayecto, Campa coincidió con la última edición del rally Lisboa- Dakar, prueba que este año tuvo que ser suspendida por las amenazas terroristas. Durante el tiempo que viajó con los participantes de la carrera, recuerda, dispuso de más manos a la hora de desenterrar el coche de las múltiples dunas que forman el desierto.

Los recuerdos de la experiencia africana son infinitos, pero Campa, que resalta los aspectos positivos sin desconocer las dificultades que padece el continente, se sirve de las instantáneas para ir desgranando las vivencias que más asombro le causaron. Habla de las construcciones típicas de las diferentes tribus y de las que aparece alguna muestra en las fotos, de cómo, en algunas de las etnias, las disputas vecinales las dirime el jefe del poblado, de los lugares a los que el turismo llega y de aquellos que todavía no han sido alcanzados por la oleada occidental.

También cuenta los problemas que supone acarrear en el vehículo cientos de litros de gasolina para poder alcanzar la siguiente población, con mucha distancia mediando entre algunas de ellas. El camino de regreso lo efectuó bordeando la línea de costa del Sáhara, en un recorrido en el que pudo ver playas de hasta trescientos kilómetros de longitud.

Un viaje singular que los vecinos de Siero pueden compartir con Alberto Campa. Además, se ofrece la oportunidad de colaborar con Unicef en su labor humanitaria. Una ocasión que no se puede desaprovechar.

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