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Los Soria, una familia avilesina de artistas
PLIEGOS DEL ALFOZ

Los Soria, una familia avilesina de artistas

POR RAMÓN BARAGAÑO PERIODISTA Y ESCRITOR

Lunes, 7 de enero 2008, 03:24

Hoy vamos a dedicar este artículo a los Soria, singular familia de pintores, dibujantes y músicos formada por Policarpo Soria y sus hijos Jesús, Nicolás, Florentino, Marino y Manuel, todos ellos avilesinos de nacimiento.

Policarpo Soria Álvarez nació el 26 de enero de 1859 en Avilés, hijo de un pintor decorador. Hombre de gran sensibilidad artística, practicaba el dibujo y la pintura y tocaba el piano. Dio clases de esas materias en su propia casa y también fue profesor en la Escuela de Artes y Oficios. Toda su vida transcurrió en su villa natal y su mayor mérito fue, sin duda, el haber sabido inculcar a todos sus hijos el interés por la pintura y la música, con la excepción de Josefina, su única hija, que, como era norma en aquella época, por su condición de mujer no pudo estudiar y tuvo que dedicarse a las labores domésticas. Murió Policarpo Soria en Avilés en 1918.

Jesús Soria González, primogénito de Policarpo, nació en Avilés el 15 de abril de 1881. Recibió clases de pintura y de música de su padre, estudios que completó más tarde en la Escuela Superior de Arte y en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid. En 1906 obtuvo la cátedra de Dibujo del Instituto de Enseñanza Media de Orense, ciudad en la que residió el resto de sus días. Allí, además de su labor profesional, pintó y fue organista de la parroquia de Santa Eufemia. En 1924 recibió el nombramiento de miembro correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes. Falleció en Orense el 19 de enero de 1959.

Nicolás Soria González, segundo hijo de Policarpo y el más destacado de esta familia de artistas, nació el 12 de agosto de 1882 en Avilés. Recibió las primeras lecciones de su padre, que después amplió en la Escuela de Artes y Oficios. En 1899, junto con su hermano mayor Jesús, viajó a Madrid para estudiar, con gran aprovechamiento, en la Escuela Superior de Arte y en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. Aprobó las oposiciones al cuerpo de profesores de Enseñanza Media y fue destinado como catedrático de Dibujo al Instituto de Murcia, hasta que en 1912 logró el traslado al de Oviedo. Participó en varias Exposiciones Nacionales, en las que obtuvo tres menciones honoríficas en las de 1904, 1906 y 1908, una tercera medalla en la de 1917 y una segunda medalla en la de 1926. También participó en la Exposición Internacional de Barcelona de 1929. Colaboró con otros profesores y escritores en la creación, en 1920, del Centro de Estudios Asturianos, del que fue su primer tesorero, y en 1928 fue nombrado miembro correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes. De su interesante obra pictórica cabe destacar numerosos autorretratos , retratos de su padre y de sus hermanos, así como los cuadros de grandes dimensiones 'La galerna', que se conserva en el Museo de Arte Moderno de Madrid, y 'La huelga', que se puede contemplar en el Museo de Bellas Artes de Asturias. Murió en Oviedo el 25 de agosto de 1933, cuando sólo contaba cincuenta años de edad.

Florentino Soria González, tercero de los hermanos, nació en Avilés el 5 de junio de 1884. Su padre le inició en los estudios de pintura y música, que después continuó en la Escuela de Artes y Oficios, pero cuando se disponía a trasladarse a Madrid, donde se encontraban ya sus hermanos Jesús y Nicolás, falleció su madre, por lo que tuvo que esperar algún tiempo. Por fin, en 1906 se incorporó a la madrileña Escuela Superior de Arte, donde cursó la carrera con notas sobresalientes y fue discípulo del pintor Antonio Muñoz Degraín. Logró por oposición la cátedra de Dibujo en el Instituto de Segunda Enseñanza de Baeza (Jaén), en cuyo claustro de profesores coincidió con el poeta Antonio Machado, con quien entabló una sólida amistad. En 1914 obtuvo la plaza del Instituto de Segovia, donde volvería a coincidir después con Antonio Machado y donde ambos llevaron a cabo una gran labor cultural con la creación de la Universidad Popular Segoviana y el Centro de Estudios Segovianos. Durante los veranos de 1915 y 1921 estuvo en su villa natal, en la que realizó varios cuadros y en la que se casó al año siguiente. En 1924 consiguió el traslado al Instituto de Gijón. Participó en las Exposiciones Nacionales de 1908, 1912, 1920 y 1924, y en la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, en la que fue premiado con un diploma de honor. Buen paisajista, aunque también cultivó el retrato, no tuvo nunca el reconocimiento que merece su obra. Falleció en Gijón el 11 de septiembre de 1961.

Marino Soria González, el cuarto hermano de esta singular familia de artistas, nació el 4 de mayo de 1886 en Avilés. Comenzó la carrera eclesiástica en el Seminario de Oviedo, donde recibió las órdenes sacerdotales en 1913. Fue profesor del Seminario Menor de Valdediós (Villaviciosa) y después del Seminario ovetense. Cura de la iglesia parroquial de Llanes, compaginó la labor pastoral con la composición musical, en la que destacó. En 1938 se le destinó a la parroquia de San Pedro de Gijón, iglesia que había sido volada durante la Guerra Civil y que tuvo que reconstruir, muy acertadamente, venciendo numerosas dificultades. Dirigió la prestigiosa Schola Cantorum y colaboró asiduamente, en los años 1924 a 1932, en la 'Semana Parroquial'. Murió el 29 de abril de 1957 en Gijón.

Manuel Soria González, el último de los hermanos, nació el 23 de mayo de 1890 en Avilés, villa en la que transcurrió toda su vida. En 1905, cuando sólo contaba quince años de edad, mereció el premio extraordinario de Pintura y Decoración de la Escuela de Artes y Oficios. Sin embargo, en su juventud alternó la pintura con la práctica del deporte, especialmente del ciclismo, en el que obtuvo algunos galardones (su hermano Nicolás le retrató vestido de ciclista y con la bicicleta). En 1912 obtuvo plaza de profesor de Dibujo en la Escuela de Artes y Oficios, de la que llegó a ser director en 1950. Desde 1928 impartió también clases de Dibujo en el Instituto de Enseñanza Media Carreño Miranda y posteriormente en el Colegio San Fernando, hasta que se jubiló en ambos centros. Fue profesor asimismo de la Escuela de Maestría Industrial e Instituto Politécnico. Participó en varias exposiciones de pintura regionales y nacionales, y falleció el 13 de febrero de 1967 en su villa natal.

El Ayuntamiento de Avilés, por acuerdo pleno del 16 de mayo de 1985, dedicó una calle a su memoria con el nombre de Hermanos Soria.

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