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IRENE GARCÍA
Viernes, 7 de septiembre 2007, 03:16
La primera parte del subtramo Pendueles-Llanes de la autovía del Cantábrico comienza al llegar a la parroquia de Vidiago. En este punto, la vía vuelve a discurrir en paralelo a la N-634 por el Norte, por la rasa costera, dejando al Sur a los núcleos de Vidiago, Puertas de Vidiago y Riego, un territorio en el que residen de forma permanente unas 310 personas y se contabilizan algo más de 200 casas. Una vez superados estos núcleos está previsto que la vía de alta capacidad cruce el río Purón a través de un viaducto para proseguir su recorrido.
En este paso por la parroquia llanisca de Vidiago, al menos en lo que afección a viviendas se refiere, la peor parte se la lleva Vidiago y en concreto el barrio de La Pedrosa, por la cercanía con la que se prevé que pase. Sin embargo, esto no preocupa a todos, sino que algunos como los hermanos Alberta y Benjamín Villar lo aceptan. Tras sopesarlo, consideran que los beneficios pesan más y tampoco creen que «vaya a quedar demasiado cerca». Ambos insisten en que lo importante es «que se haga cuanto primero mejor. La gente ya tiene ganas, al menos yo sí, porque tienes a la familia que trabaja lejos y te preocupas. Ves que en la carretera hay muchos accidentes, que los puede haber también en la autovía, pero menos», dice Alberta.
En Riego es donde menos críticas se oyen a la opción Norte y también allí están impacientes esperando su ejecución. En este pueblo está ubicado el aula del CRA II de Llanes en el que estudian los niños de la parroquia. El maestro, Ramón González Noriega, considera la autovía necesaria para la seguridad. «A pesar de lo que hicieron en la nacional poniendo un tercer carril en Puertas, aún es un peligro sobre todo en verano, y salir del pueblo es complicado».
En opinión del docente el trazado escogido es «el menos malo». Aunque reconoce que antes «opinaba que podría pasar al otro lado de la carretera (al Sur) por un bosque que hay, luego si vas a verlo te da pena porque no son sólo eucaliptos y de allí bajan las vías de agua».
Un paso a los bufones
Las posibles afecciones a la costa, temor de gran parte de los vecinos, no le preocupan demasiado porque cree «que no irá tan cerca como se piensa» y lo compara con el caso de San Antolín, donde la autovía sobrevuela la playa. Lo que sí espera es que se mantenga el paso hasta los bufones de Arenillas, uno de los principales atractivos turísticos de esta parroquia, junto al ídolo prehistórico de Peña Tú. Una opinión que comparte otro residente del pueblo, Juan Manuel Álvarez, quien también incluye la senda verde como «algo a mantener».
Pero los vecinos de Puertas de Vidiago ya se manifestaron en su día en contra de este trazado, argumentando que dejaba al pueblo «encajonado» entre la nacional y la autovía y que no se respetaba la protección que tiene la costa. Además, explica la lugareña Mariví Cortina, «en esa zona hay gran riqueza arqueológica como la cueva del cura», donde recuerda que se produjeron importantes hallazgos del Paleolítico, hoy en el Museo Arqueológico de Oviedo.
Para todos ellos la opción «más adecuada» para la autovía era la del Valle Oscuro, pero, recuerda Mariví, «ésa no interesaba». Sin embargo, explica, «ahora a la gente ya le de igual que se haga por donde sea, pero que sea ya. Nadie quería esta opción, pero se está tardando tanto ya que la gente sólo quiere que se haga», insiste. Pero, al mismo, expresa otro de los temores del pueblo: «Que en un futuro se vaya a urbanizar la zona desde la autovía hasta el núcleo rural, que es donde la montaña está más cerca del mar». ALBERTA VILLAR
RAMÓN GONZÁLEZ
MARIVÍ CORTINA
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