Tamara Falcó descarta cualquier posibilidad de reconciliación con Íñigo Onieva

En todo caso, parece que él no pierde la esperanza y, observando sus movimientos, habría encontrado en la fe el camino para recuperar a su expareja. Así, en sus apariciones públicas se le ha podido ver luciendo la cruz Tau de San Francisco de Asís, en lo que se interpretó como un guiño a su exprometida. También ha sido fotografiado entrando en la madrileña iglesia de San Pascual para asistir a la misa del domingo. Un gesto que no era habitual en él antes de conocer a Tamara. De hecho, ella llegó a explicar que habían llegado a un acuerdo como pareja por el que ella le acompañaba en algunas de sus salidas nocturnas a cambio de que él asistiera a los oficios dominicales.

Quizás el ingeniero esté preparando el camino para volver a acercarse a ella cuando reciba el anillo de compromiso que le compró. Y es que, aquel que vimos anunciado a bombo y platillo en las redes sociales y en los medios de comunicación resultaba no ser el definitivo. Tras días de polémicas en los que se hablaba de que Íñigo había usado una sortija prestada para pedir matrimonio a la hermana de Enrique Iglesias, finalmente, todo se ha aclarado.

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Íñigo había encargado el anillo de compromiso en junio. Inspirado en el de 'Serti Sur Vide' realizado en oro blanco con tres diamantes talla pera de 0.30 quilates cada uno y valorado en 14.500 euros que todos conocemos, introdujo una serie de cambios para convertirlo en una pieza única, lo que duplicó su precio. Desde la firma de joyería le advirtieron que tardaría unos meses en llegar, razón por la que le entregaron en préstamo otra alianza con la que pidió matrimonio a Tamara. «El sr. Onieva no adquiere el anillo desde un principio, sino que lo cierto es que el coste del anillo es más de dos veces superior al precio que se refiere en el artículo, pues se trataba de una pieza única, mejorada y personalizada», aclaraban en un comunicado.

Así, de los dos anillos, Íñigo habría pagado la totalidad del que había comprado realmente mientras que el que vimos en su día era solo un préstamo que ya devolvió. Ahora, está a la espera de que llegue la alianza, la auténtica que él había encargado. La duda es si se la hará llegar a su amada como un último intento de reconquista. Mientras tanto, Tamara ya estaba al corriente de todos estos detalles ya que según explican desde su círculo cercano, «cuando rompen el compromiso, ella le pregunta si puede subastarlo o entregarlo a una causa benéfica. Él le dice que no, que era un préstamo». Y ven poco probable que la hija de Isabel Preysler llegue a ver la nueva sortija.