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Hace unos meses era Justin Bieber el que, por sorpresa, aparecía en su Intagram anunciando que una parálisis facial -concretamente el síndrome de Ramsay Hunt- le obligaba a cancelar sus próximos conciertos. Una noticia similar y por la misma red social, termina hoy con las ilusiones de los fans de Céline Dion por ver a la cantante en directo. La canadiese cancela su próxima gira europea por una rara enfermedad neurológica.
El anuncio lo ha publicado en forma de vídeo (dos, en realidad, uno en inglés y otro en francés). Cinco minutos de explicación acompañada de un texto en el que cancela los conciertos del próximo verano y reprograma los de la primavera de 2023 a 2024. «Llevo mucho tiempo lidiando con problemas de salud y ha sido muy difícil para mí enfrentar estos desafíos y hablar de todo lo que he estado pasando... No estaré lista para reiniciar mi gira en Europa en febrero«, reza el post.
Nada nuevo para sus seguidores (más de cinco millones solo en Instagram), que veían cómo a finales de 2021 cancelaba conciertos en Las Vegas por «espasmos musculares persistentes». Esto se suma a que en enero de este mismo año ya había cancelado próximas actuaciones en Estados Unidos a consecuencia de sus problemas de salud.
La intérprete de 'My heart will go on' es ganadora de dos Oscar y dos Globo de Oro, además de contar con cinco premios Grammy y doce World Music Awards, solo por mencionar algunos de los galardones más relevantes del amplísimo palmarés que ha acumulado a lo largo de su carrera.
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La cantante, de 54 años, padece el conocido como 'síndrome de la persona rígida', una rara enfermedad neurológica que afecta al sistema nervioso central y provoca espamos. Dion se sincera en su anuncio sobre los problemas que esto le genera: «Los espasmos afectan todos los aspectos de mi vida, a veces hasta me dificultan caminar y tampoco me permiten usar las cuerdas vocales como antes».
Esta enfermedad rara, cuyos síntomas suelen aparecer entre los 30 y los 60 años, afecta más a las mujeres que a los hombres. Se considera autoinmune, por lo que es el propio sistema el que ataca al sistema nervioso central. «Se asocia frecuentemente con otras enfermedades autoinmunes como la diabetes, la tiroiditis, el vitíligo o la anemia perniciosa», aseguran desde el National Center for Advancing Translational Sciences.
Rigidez muscular, espasmos, mayor sensibilidad al ruido o tacto, caídas, parálisis cerebral o episodios epilépticos son algunos de lo síntomas que puede causar este síndrome. Algo que complica notoriamente la vida, por lo que es habitual que conlleve cuadros de ansiedad o depresión en el paciente. La enfermedad no tiene cura pero se trata a menudo con benzodiazepinas o diazepam, que ayudan a reducir el impacto de los síntomas y favorecen la desaparición de la rigidez o los espamos.
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