N. V.
Gijón
Jueves, 13 de febrero 2025, 12:31
«Tenía mucho miedo de venir porque no sabía si iba a tener la energía necesaria para afrontar el programa». Son las palabras de alguien que vio su vida pender de un hilo, que llegó a despedirse de sus familiares porque veía que estaba al borde de la muerte. Suena impactante. Pero es lo que le ocurrió al director de teatro y mítico jurado de 'Tu cara me suena', Àngel Llàcer que visitaba ayer 'El Hormiguero' en su vuelta a la normalidad después de los graves problemas de salud heredados de un viaje a Vietnam. «Sí, vuelvo a 'Tu cara me suena'. Tengo claro que el día que esté curado del todo, será el día en el que me pueda volver a subir a una mesa en el programa», aludía Llàcer en el programa conducido por Pablo Motos.
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Recién cumplidos los 51 años, Ángel Llácer ha conseguido dejar atrás el grave problema de salud que casi le cuesta la vida. Sobre su proceso, el catalán profundizó acerca de su duro camino hasta llegar a desprenderse de «esa maldita bacteria» que contrajo en su viaje a Vietnam y que supuso para «el peor año de su vida». Esta dura experiencia comenzó con «un dolor fuerte de barriga» y fue entonces cuando se trasladó rápidamente al hospital, le hicieron una radiografía y le diagnosticaron sigelosis. Esta bacteria se transmite principalmente a través de alimentos o agua contaminados, y sus síntomas incluyen (entre otras tantas cosas) fiebre, dolor abdominal, diarrea y náuseas. A Llàcer, sin embargo, la infección le derivó en una fascitis necrotizante, una condición grave que provoca la muerte del tejido corporal.
En su caso, los médicos no las tenían todas consigo. «¿Podría haber muerto? Sí. Toda España se enteró de que me estaba muriendo. Tenía dos equipos: el de cirugía y el de medicina interna, porque veían que tenía mucho daño. Tenía siete médicos a mi alrededor como diciendo: 'No sabemos que tiene este chico'», afirmó el que fuera profesor de 'Operación Triunfo'.
Fue tan grave la situación que Llácer, incluso, se despidió de sus padres y amigos más íntimos como David Bustamente: «La pierna seguía mal y vi como todos se cagaron. Les pregunte: '¿Qué me puede pasar en esta operación?' Y me dijeron: 'Puedes no salir de la operación, puedes salir sin pierna o salir'. Si me tengo que ir no quiero irme sin decir adiós», desveló ante un público emocionado junto al propio presentador. «Yo le decía a mis padres: 'Tengo 50 años, he sido muy feliz, he hecho muy feliz a mucha gente. Yo me voy satisfecho», añadió.
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