p. muñoz
Martes, 17 de diciembre 2019, 03:11
Los delincuentes de Londres la tienen tomada con la familia Ecclestone. Hace varios años Bernie, el entonces jefe todopoderoso de la Fórmula 1, sufrió un violento asalto en su lujosa mansión, de resultas del cual acabó en el hospital mientras los ladrones huían ... con una fortuna en joyas. Pues bien, ahora es su hija Tamara, de 35 años, la víctima de los amigos de lo ajeno. Afortunadamente, la joven no se encontraba en la vivienda cuando esta fue expoliada, aunque el botín que se llevaron supera todos los récords: cerca de 60 millones de euros en joyas.
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Los ladrones allanaron el domicilio el viernes por la noche, solo unas horas después de que la hija del multimillonario abandonara el país junto a su familia para disfrutar de sus vacaciones de Navidad en Laponia.
Varios ladrones irrumpieron en la propiedad, situada en el selecto barrio de Kengsinton, a través del jardín, y consiguieron forzar un acceso a la casa. En tan solo cincuenta minutos se apoderaron de todas sus joyas, incluidos varios anillos, pendientes y un brazalete de Cartier valorado en 80.000 libras (casi 96.000 euros). La Policía recibió una llamada hacia las 23 horas locales alertando del suceso, según confirmó un portavoz de Scotland Yard. Por el momento no ha realizado arrestos en relación con el caso. «Tristemente, puedo confirmar que ha habido un allanamiento del domicilio. La seguridad privada está cooperando con la Policía en este asunto», declaró un portavoz de Ecclestone. «Tamara y su familia se encuentran bien, aunque obviamente están enfadados y afectados por el incidente».
En noviembre de 2010, Bernie Ecclestone sufrió una dura experiencia que este robo a buen seguro le habrá hecho revivir. El magnate británico llegaba a su residencia junto a su entonces novia, la brasileña Fabiana Flosi –casi medio siglo más joven que él, y que dos años más tarde se convertiría en su tercera esposa–, cuando fueron atacados por cuatro encapuchados.
Los asaltantes patearon brutalmente en la cabeza a a Ecclestone y les exigieron a él y a su pareja que entregaran todas sus joyas, incluyendo un reloj y varios anillos de diamantes. El valor total de lo sustraído alcanzó las 200.000 libras (unos 237.000 euros). El entonces patrón de la Fórmula 1, que cuatro años más tarde se vería obligado a dimitir acusado de realizar sobornos millonarios, tuvo que ser trasladado a un hospital. Los ladrones lograron escapar antes de que llegara la Policía.
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En otra ocasión, el empresario fue atracado mientras aparcaba su nuevo coche ante su mansión del elitista distrito de Chelsea. Aquel era el primer Mercedes Benz CLS55 AMG que se veía en Gran Bretaña; le robaron las ruedas.
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