Don Juan Carlos, en el 50 cumpleaños de Urdangarin

Según ha trascendido, el rey emérito habría llegado a Ginebra a mediodía con el tiempo justo para acudir a un conocido restaurante del centro de la ciudad en donde los Urdangarin, acompañados de doña Sofía, esperaban para celebran el cumpleaños. Una cita muy especial ya que el exduque de Palma está pendiente de que el Tribunal Supremo resuelva el recurso presentado por su abogado después de haber sido condenado a seis años y tres meses de cárcel, y esta podría ser la última vez que sopla las velas en libertad en mucho tiempo.

Por si la tensión del momento no fuera suficiente, la Infanta Cristina se despertó ayer con la portada de una revista portuguesa en la que se asegura que está «gravemente enferma». Según la prensa lusa, la hermana del Rey sufriría una depresión grave desde que se destapó el ‘Caso Nóos’ y dos de las personas a las que más quiere, su padre y su hermano, se alejaron de ella.

Sin embargo, todo apunta a que el rey emérito está dispuesto a arropar a su hija pequeña en un momento tan complicado. Hay incluso quien mantiene que, durante todo este tiempo, don Juan Carlos no ha estado tan lejos de Cristina y su marido como parece. De hecho, el rumor es que, aunque de forma mucho más discreta que doña Sofía, ha seguido al lado de su hija y de quien fue su yerno favorito.

Todo lo contrario que su hermano. El Rey zanjó toda relación con el matrimonio Urdangarin cuando se hizo evidente que su cuñado estaba más enredado de lo que debía en el caso de corrupción política que a punto está de llevarle a la cárce. Y, desde entonces, nada hace sospechar que hayan vuelto a verse. Ayer, todos destacaban que, finalmente, él fue el único de los borbones que no comió pastel de cumpleaños en Ginebra.