Paz Padilla: «Trabajo es ganarse el salario, y me da igual ponerme a limpiar portales, que repartir copas»

La actriz y humorista ha hablado de su vida laboral y personal, sobre todo tras las pérdidas que ha sufrido en los últimos años con la muerte de su marido y su madre: «Después de todo lo que me ha sucedido en la vida, a los 52 años que tengo, hay pasos que he ido dando que creo que ya estaban escritos. También que hay personas que aparecieron en mi vida para que yo siguiera caminando. Aunque resulte un poco extraño, a veces le doy sentido a que Antonio falleciera; digo que aparecí en su vida para ayudarle a morir», ha declarado.

Padilla está inmersa ahora mismo en una obra de teatro con la que está girando por todo el país bajo el nombre de 'El humor de mi vida', en la que precisamente afronta estos episodios dramáticos de su vida aunque en clave de humor, ese que caracteriza siempre a la actriz.

Paz Padilla ha continuado explicando su visión de la vida, lo que parece haberla ayudado a vivir con el dolor: «Cuando sabes lo que va a pasar y aceptas el camino por donde vas a ir, todo es más fácil, porque solo te queda transitarlo. Y sabes que el dolor lo tienes que transitar», ha asegurado. «He aprendido que aceptar no es olvidar; aceptar es recordar, pero recordar con amor, no con angustia. Yo he sido tremendamente feliz con mi Antonio, con mi madre y con muchos amigos que ya no están. Como digo en el teatro, aquí hemos venido a perderlo todo», le ha congesado a María Casado.

«Soy tremendamente feliz»

La humorista ha querido profundizar también en su trabajo en televisión, que afirma «me cambió la vida». Padilla ha contado que acompañó a su cuñado a hacer un 'casting y, en ese momento «dejé de ser Mari Paz para ser Paz Padilla. Aun así, siempre he procurado tener los pies en el suelo y nunca separarme de mi gente. De hecho, la mayoría de mis amigos no son famosos», ha afirmado.

Inevitable ha sido la referencia a su salida del programa 'Sálvame'. Ha asegurado que «fuera de la tele es donde está la vida» y afirma sentirse «tremendamente feliz». «Al final lo único que te pertenece es el tiempo», ha zanjado. Es más, sus familiares y amigos, dice, se alegran también por su despido: «Soy una persona hiperactiva, una buscavidas. Nunca me va a faltar el trabajo; trabajo es ganarse el salario, y me da igual ponerme a limpiar portales, que repartir copas. El trabajo me da fuerzas e independencia».

Por último, Padilla ha querido compartir su definición del amor, lo más importante en su vida: «Hay gente que cree que el amor es enamorarse, encontrar una pareja. Yo veo el amor incondicional, blanco, compasivo, generoso, que te llena, que respiras y dices 'ay que cosa tan bonita' y eso lo puedes sentir viendo una puesta de sol, o con unas cervecitas con los amigos, o viendo a tu hija como crece, o escribiendo, o con un hombre que te acaricia y te besa ¿Yo por qué voy a negarme a volver a vivir eso?».