En plena promoción de la gira de 'Ghost', David Bustamante (San Vicente de la Barquera, 1982) atiende a la prensa mientras aguarda un plato de jamón. «Estoy a dieta, 'mecagüen'... Y a estas horas aprieta el hambre, ya me toca la cuarta comida del día», ... confiesa riendo antes de comenzar la entrevista. Cumplirá los cuarenta en marzo, recorriendo España metido en la piel de Sam, el personaje que inmortalizó Patrick Swayze. «Es el reto más bonito y más difícil de mi vida».
-¿Se le da bien hacer de fantasma?
-Muchas veces he sido fantasma. Sobre todo, el sábado a las dos de la mañana, ja, ja, ja... Pero, en general, intento ser auténtico y fiel a mí mismo. De hecho, actuar me cuesta.
-Sam en 'Ghost' atraviesa paredes. ¿Qué pared le gustaría atravesar para saber qué se cuece al otro lado?
-Estoy tan expuesto que me da rabia que sean tan cotillas conmigo, así que no estoy pendiente de la vida de los demás. Yo solo atravesaría paredes para proteger a los míos, incluso sin tener poderes. Por mi hija, con la cabeza si hace falta.
-¿No le gustaría saber qué hace su pareja en su ausencia?
-Jamás. Eso es un error. Quien busca demasiado siempre encuentra algo. Si uno quiere estar con alguien, es para disfrutar, no para hacer de policía.
-¿Cree en el más allá?
-Algo tiene que haber. Pero los espíritus prefiero que se le aparezcan a otro porque a mí podría darme un paro cardiaco. Nunca he ido a una vidente. No quiero que me haga un 'spoiler' de mi vida.
«No se me caen los anillos»
-¿Cómo ha vivido la polémica del Benidorm Fest?
- Me parece que se ha sido salvaje e injusto con Chanel, que es una artista completísima. Procuramos dar educación contra el 'bullying', pero luego, cuando alguien es una persona pública, da igual: se le puede destruir sin piedad.
-¿Y qué me dice de la letra?
-Yo soy más de otras letras, pero, hoy en día, todo es así. Los que llenan estadios dicen cosas peores. Se ha elegido a esta chica, que es muy buena, pues apoyémosla todos. Dudo que en otros países al ganador lo acribillen de esa manera.
-¿Qué nos pasa en este país?
-Pues que estamos muy ofendiditos, muy peleados entre todos. Y, en vez de arrimar el hombro, nos atacamos. Generamos bandos y todo es una guerra. Me parece una moda peligrosa estar en un eterno conflicto.
-¿A Dios pone por testigo de que nunca más volverá al andamio?
-Esa fue la mejor de las escuelas de lo que cuesta la vida, pero en la obra solo trabajé cuatro años y llevo veinte subido a un escenario. Ahora, también te digo... Tengo un primo que tiene un bar de platos combinados en mi pueblo, 'Sanvi', ¿y sabes lo que hice yo este verano? Pintarle el local. ¿Crees que se me van a caer los anillos? No. Yo soy artista, pero, cuando me bajo del escenario, soy el primo, el amigo. Y, si hay que ir a pintar la casa de un colega, pues se va.
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