Muere la marquesa de Casa Valdés

Tenía palacio en Pravia y un título nobiliario de raigambre asturiana Beatriz Valdés Ozores, marquesa de Casa Valdés, que el lunes fallecía en Madrid a los 92 años. Mujer de alta alcurnia y aficiones nobles, era la madre de Fernando Ramírez de Haro y Valdés, marido de Esperanza Aguirre, junto a quienes, en su palacete madrileño en el rockero barrio de Malasaña, residía, según informa 'Vanity Fair'.

El hermoso edificio ubicado junto al Ayuntamiento de Pravia, en el que aún se dejan ver los agujeros de bala en el techo fruto del saqueo que sufrió durante la guerra civil, es uno de los dos grandes propiedades de la familia, que fue después hospital de campaña de los heridos del bando nacional durante la contienda que lo dejó completamente destruido. La otra, la finca familiar de Piedras Menaras, en la provincia de Guadalajara, que es precisamente el lugar elegido para el sepelio de esta mujer –allí reposan los restos de su madre– que fue la cuarta marquesa de Casa Valdés, y nieta del primer marqués, Félix Valdés de los Ríos, que en 1851 recibió el título de la reina Isabel II.

Nacida el 4 de mayo de 1926, su vida estuvo dedicada a su familia, a las actividades altruistas y al golf, una de sus grandes pasiones junto con el bridge. Hija de Teresa Ozores de Saavedra, fue de ella de quien heredó su gusto por la filantropía y por ayudar a las personas necesitadas. Beatriz, junto con otras damas de la alta sociedad madrileña, así lo hizo. De hecho, siempre colaboró activamente con la infanta Pilar en el Rastrillo de Nuevo Futuro.

Siendo una niña de diez años vivió la marquesa fallecida el inicio de la guerra civil. Se hallaba de veraneo en Zarauz junto a su madre mientras su padre descansaba en un balneario del sur de Francia, lejos del ataque que vivió su palacio praviano, lo que les pudo salvar la vida. Pasaron los años y en 1947 se casó con el militar Ignacio Fernando Rodríguez de Haro y Pérez de Guzmán, Grande de España y fallecido en el año 2010 a causa de una legionela. Con él tuvo seis hijos; Beatriz, condesa de Murillo; Fernando, conde de Bornos (marido de Aguirre), Juan José, conde de Montenuevo; Íñigo, marqués de Cazaza además de diplomático y dramaturgo, Javier y Gonzalo, estos dos últimos sin título. Entre ellos estará el nuevo marqués o marquesa de Casa Valdés, aunque lo habitual es que sea la primogénita, Beatriz, quien herede el importante marquesado.

Está también en juego una importante herencia inmobiaria, a la sazón de un notable patrimonio agrícola en Madrid y Guadalajara. A las dos casas de Pravia y la finca de Piedra Menaras, se unen otros otros cinco inmuebles de valor repartidos por España.

Pero más allá de lo material, en quienes la conocían y querían queda el recuerdo de una mujer absolutamente apasionada del Golg y que fue presidenta de honor de la Asociacíon Española de Seniror de Golf de Damas. También era una amante de la buena mesa y la cocina, que disfrutaba elaborando y compartiendo sus recetas. Cuentan que estaba muy unida a su nuera, con la que compartía un sinfín de aficiones.