Secciones
Servicios
Destacamos
Sarai Vázquez
Viernes, 19 de junio 2020, 11:33
La población sigue tratando de habituarse a los cambios que ha causado el coronavirus en nuestras vidas. En el contexto de la 'nueva normalidad', es inevitable que surjan numerosos interrogantes. Los más frecuentes están relacionados con las mascarillas, la medida de prevención que ... evidencia, a simple vista, que nuestra realidad se ha alterado por una pandemia. Este complemento, que cubre la mitad del rostro, se ha convertido en un artículo indispensable en nuestro día a día. Según la normativa, su uso es obligatorio en el transporte público o en espacios donde no se pueda guardar la distancia de seguridad de dos metros. Desde entonces, la ciudadanía pasea por las calles de la villa ataviada con mascarillas, que han pasado a ser un accesorio de moda.
Las firmas se han reinventado y responden a las necesidades sanitarias con una amplia variedad de mascarillas de tela, reutilizables y con estilo. En algunos casos, puede resultar molesta, provocar sensación de ahogo e incluso dificultar la comunicación. Por estos motivos, nos seduce tanto la idea de quitárnosla. En un breve recorrido por el corazón de la villa, se repiten estampas que reflejan la imprudencia de algunos ciudadanos. Se la quitan sin tomar las medidas necesarias, por ejemplo, tocando la parte central, algo que los expertos desaconsejan. La tiran al suelo, la abandonan en la mesa de una terraza o la guardan en el bolso en contacto con el resto de objetos personales.
Es evidente que estas prácticas están muy lejos de ser higiénicas, y así lo corrobora Sonia Sáenz de Buruaga, propietaria de la farmacia homónima, en la céntrica calle Henao de Bilbao. «Si la posamos en una superficie ya infectada, contaminaremos la mascarilla, que después estará en contacto con nuestras vías respiratorias», asegura la especialista. Además, destaca que, en el caso de que estemos contagiados con anterioridad, si dejamos la mascarilla en una mesa, por ejemplo, estaríamos creando un foco de infección. También indica que introducir la mascarilla sin ninguna protección en los bolsillos o bolsos tiene un alto factor de riesgo. «Estarías metiendo el virus en un objeto que usamos a diario», advierte.
La profesional hace hincapié en que la mascarilla «es para ponérsela» y no para pasearla como si de un trofeo se tratara. «Cada semana, veo a muchas personas que no la usan adecuadamente, sino que la llevan en la muñeca, el cuello… Cuando creía que ya lo había visto todo, vienen y me sorprenden, así no hacemos nada», se lamenta. Y compara este hecho con una escena que se repite cada verano en las playas:«La gente se pone mal la protección solar, piensa que con dársela ya vale, pero si no te la extiendes bien, te quemas igual».
La mayoría de los viandantes hacen deporte o caminan por Bilbao con la mascarilla puesta, pero no todos la llevan como deberían. Algunos la transportan colgada de la oreja o en la mano, por si en algún momento la afluencia de personas le obliga a utilizarla. «Esto no vale, la mascarilla hay que tocarla lo menos posible», advierte Sáenz de Buruaga. Pero entre estas prácticas imprudentes, la experta distingue una tendencia que impera estos días: colgarse la mascarilla en el codo. «Se ha debido de poner de moda, no me lo explico. Es una manera de conservar la protección facial muy arriesgada. Cuando te la cuelgas del brazo, haces que las bacterias de todo lo que te roce, ya sea una superficie o una persona, vayan a la mascarilla. ¿Y luego te la pones en la boca? Así, lo único que consigues es propagar el virus», concluye llena de asombro.
La mejor opción: meterla en una bolsa, saquito o sobre de papel
En palabras de Sáenz de Buruaga, la mejor opción para guardar la protección facial es introducirla en una bolsa, sobre o saquito de papel. «El virus perdura menos que en otros materiales, como es el caso del plástico», específica la profesional. También aconseja conservarla envuelta en un pañuelo de papel dentro del bolso o los bolsillos. Pero en este caso, la farmacéutica subraya la importancia que tiene doblarla correctamente. «Hay que cogerla de las gomas y plegarla, de manera que la parte que toca con la boca quede bien tapada», aclara.
La bolsita de tela que acompaña a los pedidos que comercializan las firmas de moda, también son recomendables. Pero puntualiza que, en este caso, habrá que lavarla a 60 grados, junto a la mascarilla.. Y siguiendo estas valiosas recomendaciones sobre cómo guardar esta medida de protección de forma adecuada cuando no se use, contribuiremos a que el virus no se propague.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.